La magistrada fue hallada culpable por su participación en la polémica grabación del documental "Justicia Divina", un proyecto que buscaba registrar los entretelones del fallido juicio.
Un fallo unánime del Jurado de Enjuiciamiento resonó este martes en los pasillos de La Plata, sellando la suerte de una de las figuras más controversiales del Poder Judicial reciente: Julieta Makintach (48), jueza que ahora pasará a la historia por su destitución fulminante.
La magistrada fue hallada culpable por su participación en la polémica grabación del documental "Justicia Divina", un proyecto que buscaba registrar los entretelones del fallido juicio por la muerte de Diego Maradona. Este accionar fue considerado una falta grave, incompatible con la imparcialidad y la seriedad que exige su rol, detonando un escándalo de proporciones que trascendió la esfera judicial.
Sentencia Inapelable y Pérdida Total
Con once votos a favor, la votación fue contundente: el Jury de Enjuiciamiento no solo destituyó a Makintach, sino que también aplicó una de las sanciones más severas.
Destitución inmediata: Julieta Makintach queda desafectada de su cargo a partir de hoy.
Inhabilitación de por vida: La exjueza fue inhabilitada para ejercer cargos públicos, cerrándole cualquier puerta para regresar al ámbito estatal.
Pérdida de la jubilación: Una consecuencia demoledora es que Makintach perderá el derecho a su jubilación como miembro del Poder Judicial, un duro golpe a su futuro económico y profesional.
El escándalo se centró en cómo su participación en un proyecto con fines comerciales y de entretenimiento afectó la percepción de justicia en un caso de altísimo interés público como el de Maradona. Para el Jurado, esta incursión en el show business comprometió irreversiblemente la ética judicial.
Ausencia Notoria en el Tribunal
La lectura de la sentencia se realizó en La Plata sin la presencia de la protagonista. La exjueza Makintach decidió no asistir al tribunal, dejando la sala exclusivamente para los once miembros del jurado que procedieron a notificar el fallo que pone un abrupto final a su carrera judicial.
Este caso marca un precedente significativo, enviando un mensaje claro sobre los límites éticos que rigen la conducta de los magistrados, especialmente cuando se ven tentados a mezclar la administración de justicia con la producción mediática. La "Justicia Divina" de Makintach ha terminado en una condena de destitución.