En contexto de pandemia se han incrementado los casos de divorcio. Roque Bagnato, Abogado especializado en Derecho de Familia, explicó en Aurora 91.3: “Para que nos podamos divorciar previamente tenemos que estar casados. Hay gente que vive en unión convivencial y cree que se tiene que divorciar y en realidad no. El divorcio es una de las formas que establece el Código Civil y Comercial para poder disolver el matrimonio. Aparte del divorcio también está la muerte y también el Código establece como una forma de terminar el matrimonio la sentencia firme de Ausencia con presunción de fallecimiento”.

Bagnato señaló que “ha habido cambios”: “El Código anterior establecía que para poder divorciarse tenía que haber una causa, el Código actual elimina todo eso. Dice que al juez y al Legislador no le interesan esos motivos por los que la gente se quiere divorciar y le da la libertad a cualquiera de los cónyuges, por más que el otro no quiera”. 

Además, remarcó: “No es necesario ningún tiempo y se puede hacer tanto unilateral como bilateral. Si es bilateral, o sea que los dos cónyuges están de acuerdo en divorciarse, las cosas son mucho más sencillas y la gente en 60 días puede tener el divorcio. Si las partes no están de acuerdo, lleva un poco más de tiempo”. 

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Una aclaración importante:”Si yo estoy separado, para la ley sigo casado. Si estoy divorciado, el registro civil toma conocimiento y puedo contraer un nuevo matrimonio, puedo manejar mi vida más libremente. El estar separado no es un estado civil. Si estoy separado y no divorciado, los bienes entran en una situación dudosa”.

También hizo referencia a las “propuestas reguladoras”: son medidas proponen los cónyuges para hacer frente a las consecuencias del divorcio. Pueden presentar una propuesta juntos o presentar cada uno su propuesta por separado. “Cuando se plantea el divorcio, sobre todo si es unilateral, debo acompañar una propuesta reguladora sobre qué vamos a hacer con los bienes, qué vamos a hacer con nuestros hijos, con la cuota, etc. Esa propuesta se presenta y la otra parte puede no estar de acuerdo. Si no hay ningún arreglo, el juez dicta directamente la sentencia de divorcio. Por más que no haya acuerdo, el juez nos va a divorciar exactamente igual”, indicó Roque.  

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“Hay gente que sigue apostando al matrimonio y hay otros que no les interesan tanto las formalidades. La diferencia es muy clara, si me caso el ordenamiento político me permite un montón de posibilidades, se crea un derecho en expectativa a futuro. Si estoy en una unión convivencial, se entiende que no hay derechos ni expectativas”, manifestó y agregó que, hoy por hoy, divorciarse cuesta aproximadamente 70 mil a 100 mil pesos.

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