Aún resulta extraño asimilar la trágica pérdida del exbase estrella Kobe Bryant de Los Angeles Lakers. Hoy, se cumple un año de su muerte al caer el helicóptero en el que viajaba con su hija de 13 años, Gianna, quien también perdió la vida junto a otras siete personas.

Los Lakers, que se encuentran de gira por la costa Este, han manifestado su dolor mediante el silencio en redes sociales como una manera distinta y sentida de demostrar reconocimiento a la legendaria figura Bryant. 

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Su entrenador, Frank Vogel, les dio a sus jugadores el día libre para permitirles llevar su dolor individualmente y honrarle "como mejor les parezca" tras la victoria que lograron anoche por 115-108 ante los Cleveland Cavaliers en el Rocket Mortgage Fieldhouse.

El alero estrella LeBron James, que arribó a los Lakers para ocupar el puesto que dejó vacante Bryant cuando se retiró, completó otra noche estelar ante los 2.000 seguidores de los Cavaliers que pudieron presenciar el partido. Mañana, jugarán contra los 76ers, de Filadelfia, la ciudad natal de Bryant. 

Tanto James como el pivot Anthony Davis, reconocieron que todavía tienen "problemas cuando recuerdan la muerte de Bryant". 

"La llegada de su primer aniversario nos entristece el corazón al darnos cuenta de que se ha ido", declaró Davis. "Sé que todavía tengo problemas con eso, no puedes creerlo, pero a la vez satisfecho de haber podido ganar un título en su honor y el de su familia". 

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Mañana en Filadelfia los Lakers no van a usar uniformes de Black Mamba como tampoco lo hicieron ante los Cavaliers. No habrá tributo formal.

Está claro que el luto va por dentro, sintiendo en cada jugada el espíritu adrenalínico de aquel símbolo deportivo que constituyó Kobe Bryant.