El jefe de Policía de la provincia de Mendoza, Marcelo Calipo, habló de las situaciones de violencia que se dan en los acontecimientos deportivos.
El pasado miércoles, el encuentro entre Deportivo Maipú y Tristán Suárez por la fecha 7 de la Primera Nacional fue suspendido tras un incidente con la hinchada del Botellero, que arrojó una bengala a la espalda del arquero visitante, Cristian Correa, a pocos minutos de que inició el segundo tiempo.
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La fuerza policial prontamente logró localizar al culpable del hecho gracias a las declaraciones de otros testigos presentes: se trataba de un menor de 17 años, que había conseguido la pirotecnia gracias a la complicidad de otros individuos que se la pasaron por arriba del muro del estadio Omar H. Sperdutti.
Este hecho despertó la atención de todo el mundo y se volvió a poner en tela de juicio la seguridad al momento de ir a un evento deportivo, por lo que el jefe de la Policía de Mendoza, Marcelo Calipo, detalló que es un problema que tiene raíz en "la pérdida de buenas costumbres, el respeto y los buenos valores".
"Hemos puestos muchos delincuentes que se amparan detrás de un club a disposición de la policía. Cada vez que pasa un evento deportivo secuestramos pirotecnias y muchas veces hemos tenido empatía para que la hinchada utilice ciertos elementos, pero si hemos secuestrado y detenido a personas. Tenemos que acompañar para que no ocurran situaciones que tengan relación con un delito, pero no podemos poner un policía detrás de cada uno de los simpatizantes", destacó en conversación con Aurora 91.3.
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Es por eso que destacó que, desde las fuerzas policiales "siempre vamos a acompañar con medidas preventivas", entendiendo "el folclore del fútbol", pero que "si alguno se extralimita, lo detendremos y lo pondremos a disposición de la justicia".
En cuanto a la prohibición de ingresar botellas de agua o alimentos a la cancha debido a que pueden ser elementos contundentes para arrojar al campo de juego, destacó que "hemos tenido empatía y hemos dejado pasar botellas de agua y frutas a muchos hinchas, no a barras. Lo que pasa es que muchas veces uno tiene esa empatía y después son malos o buenos perdedores y hacen daño. Entonces la policía siempre va a estar ahí para cualquier situación que se pueda dar", explicó.
En cuanto al poder de los barras y la imposibilidad que presenta desbaratar estas bandas que operan sus negocios dentro del ámbito deportivo, como es en el caso de los trapitos, fue contundente y apuntó que "cada vez que tenemos eventos deportivos hacemos un dispositivo en las inmediaciones en efecto de que no exista esa situación tan marcada con los trapitos".
"Hay gente que trabaja muy bien, que están registrados y trabajan con los municipios, pero otros se aprovechan de la situación y ven si pueden realizar una maniobra delictiva, ahí tenemos que estar", culminó.
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