Continuando con su mítica frase de "donde puede pasar cualquier cosa", la Copa Argentina entregó un nuevo capítulo de fútbol en estado total. Protagonizando una nueva sorpresa en el certamen nacional, Quilmes superó por la vía de los penales a Rosario Central y le dio un duro golpe al conjunto rosarino comandado por Carlos Tevez.

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Rememorando las veces que un equipo del ascenso, en este caso de la Primera Nacional, supera a uno de la Primera División, el elenco cervecero y el canalla igualaron en 1 al término del tiempo reglamentario y fueron al todo por el todo desde los doce pasos. 

En cuanto al juego en sí mismo, la producción del conjunto rosarino fue chata y por momentos decepcionante, continuando con el duro presente que atraviesa Tevez y sus dirigidos en la Liga Profesional. Por el lado de Quilmes, uno de los equipos que estuvo peleando hasta la última fecha por un puesto en la máxima categoría, tiene una irregularidad que lo tiene lejos de los puestos que seguramente se plantearon los directivos al comienzo de la temporada. 

En los 90" netos marcaron Federico Gonzáles, para Quilmes, a los 43" de la primera etapa, mientras que igualó el marcador Gaspar Servio, de penal, a los 86". Además, el cervecero terminó jugando con un hombre menos por la expulsión de Rodrigo Moreira. De esta manera, el ganador de la llave válida por los 16avos de final se debió decidir desde los tiros del punto penal en el arco sur del Gigante de Alberdi. 

Ya en instancias finales, donde únicamente se ven arquero y pateador, la efectividad de Evangelista, Bonetto, Cortave y Bindella le permitieron a Quilmes seguir con vida en la Copa Argentina, mientras que Facundo Almada y Juan Rodríguez no pudieron anotar en sus oportunidades y perjudicaron a Central. 

De esta manera, Quilmes se medirá ante Deportivo Madryn, por los octavos de final de la Copa. 

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