El Xeneize será cabeza de serie en el sorteo y ya conoce el abanico de equipos con los que podría cruzarse, condicionado por los bombos y las restricciones por país.
Boca volverá a jugar la fase de grupos de la Copa Libertadores después de dos años y lo hará con un escenario mucho más claro tras la publicación del ranking actualizado de la Conmebol. La confirmación de los bombos permitió empezar a trazar posibles caminos para el equipo, que llegará al sorteo con una ventaja clave: será cabeza de serie y evitará a varios de los pesos pesados del continente en la instancia inicial del certamen.
Ubicado en el cuarto puesto del ranking sudamericano, el conjunto de la Ribera integrará el bombo1 junto a Flamengo, campeón vigente del torneo, Palmeiras, Peñarol, Nacional, Fluminense, Independiente del Valle y Liga de Quito. En caso de que el equipo ecuatoriano no logre sellar su clasificación definitiva, su lugar será ocupado por Libertad de Paraguay. Por reglamento, no podrá enfrentarse a ninguno de estos equipos en la fase de grupos, lo que ya marca un primer filtro importante.
A esta restricción se suma la imposibilidad de cruzarse con otros clubes argentinos que ya tengan asegurada su presencia directa en los grupos. Lanús y Estudiantes, ubicados en el bombo 2, Rosario Central en el bombo 3, y Platense e Independiente Rivadavia en el bombo 4, quedan automáticamente descartados como rivales. La única excepción dentro del fútbol local es Argentinos Juniors, que disputará la fase previa y, de avanzar, sí podría compartir grupo con el Xeneize, ya que en esa instancia no rige la limitación por país.
En el bombo 3 asoman nombres como Universidad de Chile, Independiente Santa Fe, Always Ready, Deportivo La Guaira, Cusco o Universitario, dependiendo de cómo se resuelvan las fases preliminares. El bombo 4, en tanto, ofrece rivales como Universidad Central de Venezuela, Mirassol de Brasil o alguno de los equipos que supere la fase 3 de la clasificación.