Llidera con dedicación a un equipo de 50 personas, quienes trabajan incansablemente para preparar cada detalle de los atuendos que lucirán los artistas en esta emblemática celebración.
Este año, el área de Vestuario enfrenta el desafío de gestionar 9.580 prendas. En un esfuerzo por optimizar recursos, 80% del vestuario se ha reutilizado mediante ajustes y renovaciones, mientras que el 20% restante se compone de prendas nuevas, confeccionadas con 7.500 metros de tela especialmente seleccionada.
Mirta celebra los avances logrados en esta edición: “Contamos con todos los materiales e insumos desde el comienzo, lo que nos ha permitido trabajar con mayor fluidez y eficacia”, expresó con alegría.
El rol de la supervisora es tan detallado como exigente. Su trabajo comienza con la interpretación de los bocetos proporcionados por el diseñador, continúa con la creación de moldes y concluye con la confección, el planchado y la entrega final de las prendas. Todo debe estar listo para el ensayo general, programado para el viernes previo al Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Aunque el trabajo de supervisora del vestuario implica muchas horas de organización, planificación y resolución de problemas, Mirta destaca el momento único en que el esfuerzo de todo el equipo se materializa en el escenario. “Cuando veo el resultado final en el ensayo, ver a los artistas luciendo lo que hemos creado, se me llenan los ojos de lágrimas. Es un trabajo que te emociona porque sabés que cada prenda tiene un significado. Parte de lo que ves en el escenario es producto de lo que hemos hecho nosotros”, afirmó con satisfacción.