Fueron cerca de mil manifestantes que se movilizaban por Plaza Italia, en Santiago. Hubo 20 detenidos y numerosos heridos.
Alrededor de mil personas se congregaron este viernes en la plaza Italia de Santiago en una nueva tarde de protestas y disturbios, con numerosos heridos y veinte detenidos, cinco días después de que se aprobara en las urnas y por rotunda mayoría la redacción de una nueva Constitución para Chile.
A pesar de la votación del domingo pasado en favor de un cambio constitucional reclamado durante las protestas que se iniciaron en octubre de 2019, para dejar atrás la Carta Magna sancionada en 1980, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, la Plaza Italia volvió a llenarse de gente.
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Parte de esos manifestantes se enfrentaron a Carabineros (policía militarizada), que desde la mañana desplegó cientos de agentes y decenas de vehículos blindados en torno a la plaza, rebautizada durante las protestas como "Plaza de la Dignidad".
La represión dejó un saldo de 20 detenidos y numerosas personas heridas por los químicos mezclados en el agua de los carros, que generan irritación en la piel y complicaciones respiratorias, que hacían en ocasiones vomitar a los afectados, según constató un periodista de la agencia AFP.
"La única forma que ha tenido la gente es salir a la calle y no soltarla. La gente se organiza y se levanta de distintas maneras. Algunos están acá y otros en sus territorios. Chile despertó y no hay vuelta atrás", dijo una manifestante que se identificó como Elena González, profesora de primaria de 29 años.
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Parte de los manifestantes reclamaban la libertad de las personas detenidas y encarceladas durante más de un año de revuelta callejera, la gran mayoría todavía en prisión preventiva a falta de juicio. Lemas como "Presos de la revuelta a la calle" o "Libertad, libertad, a los presos por luchar" fueron coreados por la multitud.
Las protestas iniciadas el 18 de octubre de 2019, que dejaron 30 muertos y miles de heridos y detenidos, se originaron en un reclamo contra el alza del precio del billete del Metro de Santiago y acabaron denunciando los altos niveles de desigualdad existentes en el país y las políticas del gobierno del conservador Sebastián Piñera.