Más de un mes después de las presidenciales, Trump lanzó otra serie de acusaciones infundadas sobre las elecciones ganadas por el demócrata Joe Biden.
Donald Trump volvió a declararse este sábado por la noche víctima de un robo en las elecciones que perdió el mes pasado, y en su primer mitin poselectoral aseguró ante una multitud de seguidores que acabará ganando los comicios.
El mandatario había viajado a Valdosta, en el estado Georgia, para apoyar a los dos candidatos republicanos que disputarán en enero unas elecciones clave para el control del Senado.
Pero en su discurso de casi dos horas, aprovechó el estrado para asegurar que no iba a tirar la toalla. Sus declaraciones lograron una reacción entusiasta de sus seguidores, entre quienes pocos llevaban mascarilla, a pesar del repunte de los casos de Covid-19 en Estados Unidos.
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"Vamos a ganar estas elecciones", dijo el presidente, en un mitin que recordó los de su reciente campaña electoral. "Está amañado", añadió respecto de la victoria de Biden, reportó la agencia de noticias AFP.
"Los estados clave por los que luchamos ahora, yo los gané con mucho margen", insistió. "Y tengo que decir que, si perdí, seré un perdedor muy elegante (...) Pero uno no puede aceptarlo cuando roban, manipulan y amañan", añadió.
Trump apenas ha salido de la Casa Blanca desde que los medios estadounidenses anunciaron la victoria de Biden el 7 de noviembre. Su actitud ya genera dudas sobre cómo reaccionará ante la futura investidura de Biden, el 20 de enero.
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Algunos republicanos mostraron su preocupación ante la posibilidad de que las constantes acusaciones de fraude de Trump reduzcan la participación en las elecciones por el Senado en Georgia.
Biden ganó por unos 12.000 votos en Georgia. Un recuento de los sufragios confirmó la victoria del demócrata, pero eso no impidió que Trump llamara al gobernador de este estado del sur, el republicano Brian Kemp, para pedirle que presionara a los legisladores de Georgia con el fin de anular el resultado. Según el Washington Post, Kemp, que hace un tiempo era un fiel aliado de Trump, rechazó sus presiones.