Según comunicó el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, cuya sede se encuentra en Washington, en la semana que terminó el 13 de marzo se recibieron 770.000 solicitudes de ayuda en planes sociales. Este número es el más alto que se registra desde mediados de febrero.

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En total, si se incluyen también los programas federales destinados a ayudar a aquellos trabajadores que fueron desplazados por la crisis del año pasado, son 18,2 millones los estadounidenses que estaban recibiendo algún tipo de ayuda por desempleo en la semana del 27 de febrero, 1,9 millones menos que la semana anterior.

Los pedidos iniciales de subsidios ponen en relieve cómo el mercado laboral todavía está lidiando con cierres de empresas y problemas de salud. Pero lo llamativo es que no hay razones que expliquen el alto nivel de solicitudes semanales de ayuda estatal por desempleo.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal

Los estados con mayores aumentos en las solicitudes iniciales la semana pasada fueron Texas, Illinois y Virginia. Mientras tanto, Ohio registró la mayor disminución. Además, la expansión de los beneficios de desempleo federales suplementarios probablemente alentó a más estadounidenses desempleados a solicitar ayuda.

Los datos se corresponden con el período de la encuesta para las cifras mensuales de desempleo del Departamento de Trabajo y podrían marcar la pauta para el informe de empleo de marzo.

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Mientras tanto, el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia dijo que su indicador de fabricación en la región saltó al nivel más alto desde abril de 1973, lo que indica una fortaleza adicional entre las fábricas, según consigna la agencia Bloomberg.

"Hay 10 millones de personas que necesitan regresar al trabajo y tomará algún tiempo para que eso suceda. No va a suceder de la noche a la mañana", dijo Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, durante una conferencia de prensa.