Ocurrió en Sudáfrica, luego de que la granja en la que vivían se incendiara y provocara grandes daños.
La muerte de 30 leones sacude fuertemente a Sudáfrica, luego de que los animales fueran dejados morir de hambre tras haber atacado a uno de sus pares.
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Los animes se encontraban desde hace un tiempo sin agua y sin comida, tras un feroz incendio que destruyó el recinto donde habitaban. Pese a que en un primer momento un equipo de veterinarios se había hecho cargo de curar sus heridas tras la voraz quema no pudieron hacer nada para salvarlos.
En el mes de agosto, las llamas alteraron la paz habitual del Estado Libre donde vivían. Desde allí no solo quedaron hambrientos, sino que además terminaron con severas heridas como producto de las quemaduras en gran parte de sus cuerpos.
El cuerpo de veterinarios de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA) estuvo a cargo de las curaciones. Sin embargo, el deteriorado estado en el que se encontraban provocó la muerte de los leones que llevaban días sin comer.
“Lo que encontramos nos impactó hasta los huesos. Cuando entramos en los campamentos de los leones, solo pudimos ver la destrucción que dejaron las llamas”, explicó Reinet Meyer, un funcionario del organismo.
En el lugar vivían 59 leones y tres tigres quienes terminaron siendo víctimas de uno de los mayores casos de crueldad animal que jamás se hayan conocido.
Las autoridades de la SPCA llegaron a la granja en cuanto se enteraron de lo que sucedía con el objetivo de salvarlos. Sin embargo, el propietario del lugar se resistió a que la ayuda ingresara, incluso hasta les exigió que trajeran una orden de registro para poder entrar.
“Las patas de los leones estaban cubiertas de ampollas. Cuando los leones intentaban ponerse de pie, simplemente colapsaban de nuevo porque era muy doloroso”, aseguró el funcionario de la SPCA.
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El hombre sostuvo que “nuestro veterinario vio que tenían heridas por quemaduras muy graves y algunas de ellas tenían daño pulmonar. Muchas de sus bocas estaban tan quemadas que no podían comer. Estaban en una condición muy débil y demacrada con una puntuación corporal de entre 1 y 2 como resultado del hambre”.