No celebrará junto a su familia en el palacio de Sandringham en Norfolk. Informaron que permanecerá resguardada en su casa de Windsor.
Producto del avance de la pandemia por la nueva variante ómicron, la reina Isabel procedió a suspender su famoso festejo de Navidad en el palacio de Sandringham en Nortolk.
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Rompiendo con su tradición, la soberana británica no invitará a su familia a pasar la Navidad y el “Boxing Day” o 26 de diciembre en su palacio sobre el mar. Buckingham Palace confirmó que esta vez no habrá esa reunión y que fue una decisión adoptada por la reina Isabel misma.
Ella canceló la comida familiar, que iba a tener lugar este martes en el palacio de Windsor, con 50 huéspedes de su familia.
Ante este gesto de su jefa de Estado, los británicos comenzaron a autoconfinarse, más allá de la decisión de su gobierno. Muchos restaurantes y pubs cerraron por caída de reservas o porque su personal de cocina se contagió.
Inmediatamente después se conoció la resolución de la reina Isabel, la jefa de estado británica, de cancelar una de sus más queridas tradiciones: su visita a Sandringham, a donde debía llegar en helicóptero para su primera Navidad sin el príncipe Felipe.
En números, los casos en Gran Bretaña alcanzaron los 91.743 este lunes, y el impacto sigue marcando la tendencia de un contagio masivo producto de la variante que se detectó por primera vez en Sudáfrica.
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