Con el mundo pendiente de eventuales incumplimientos, la tregua ofrece un respiro, pero con incertidumbre en Medio Oriente.
Según el comunicado difundido por la agencia IRNA, Irán responsabilizó a Israel como “enemigo terrorista” y destacó que la resistencia popular imprimió la voluntad de paz y puso fin a los ataques.
. Mientras tanto, Israel levantó las restricciones de seguridad interna, permitiendo la reapertura de escuelas, actividades laborales y reuniones públicas, aunque aún mantiene controles en zonas frontera, sobre todo en torno a Gaza.
El cese al fuego fue resultado directo de la mediación del expresidente Donald Trump, quien a través de su red social Truth Social afirmó que Irán se comprometería a bajar las armas dentro de seis horas y, 12 horas más tarde, haría lo mismo Israel, poniendo fin al conflicto.
Sin embargo, existen versiones contradictorias: Irán rechaza haber violado la tregua, mientras que fuentes israelíes informan que se lanzaron misiles hacia su territorio pocos minutos antes o después de su entrada en vigor.
En reacción al anuncio, el primer ministro Benjamin Netanyahu celebró una “victoria histórica”, asegurando que se alcanzaron los objetivos militares de neutralización del programa nuclear iraní, aunque advirtió que cualquier nueva agresión será respondida con contundencia
A pesar de la tregua, persiste la tensión: ataques recíprocos recientes y acusaciones cruzadas mantienen en pie una frágil calma.
En Mendoza, aunque no se espera un impacto directo, especialistas advierten sobre posibles consecuencias económicas derivadas de la estabilización de los precios internacionales del petróleo, tras la caída del crudo que siguió a la confirmación del alto al fuego .
Con el mundo pendiente de eventuales incumplimientos, la tregua ofrece un respiro, pero con incertidumbre en Medio Oriente.