Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones sin precedentes en Cebú y otras zonas del centro del país. Las autoridades alertan por el impacto del cambio climático.
Al menos cinco personas murieron y miles fueron desplazadas este martes por las inundaciones provocadas por el tifón Kalmaegi en el centro de Filipinas, según confirmaron las autoridades locales, que advirtieron sobre el impacto devastador del fenómeno en la isla de Cebú.
Pueblos enteros de Cebú quedaron bajo el agua tras las intensas lluvias que acompañaron el paso del tifón. En videos verificados por AFP se observa cómo autos, camiones y contenedores eran arrastrados por la corriente.
En solo 24 horas, la región recibió 183 milímetros de lluvia, superando ampliamente el promedio mensual de 131, según explicó la especialista meteorológica Charmagne Varilla.
"La situación en Cebú no tiene precedentes", afirmó la gobernadora Pamela Baricuatro, quien destacó que el verdadero peligro no fueron los vientos, sino "el agua que realmente pone en riesgo a nuestra gente".
Entre las víctimas hay dos nenes que fueron encontrados sin vida en Ciudad de Cebú, mientras los equipos de rescate continúan trabajando para asistir a los atrapados por el agua.
También se reportaron otras tres muertes en las provincias de Leyte y Bohol, donde un adulto mayor murió ahogado y otro hombre perdió la vida al caerle un árbol encima.
"El agua subió muy rápido. A las cuatro de la mañana ya estaba descontrolado, la gente no podía salir", relató Don del Rosario, uno de los afectados que debió refugiarse en los tejados.
La tragedia ocurre apenas semanas después de un terremoto de magnitud 6,9 que golpeó la misma región.
Filipinas, que enfrenta un promedio de 20 tifones por año, es uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático, fenómeno que -según los científicos- intensifica la frecuencia y la potencia de las tormentas tropicales.