Tras una investigación, los especialistas descubrieron que Cuello era (o es) un asiduo jugador en red del GTA (Grand Theft Auto), donde perdió y la prenda era incendiar catorce vehículos estacionados en la vía pública.
Durante la madrugada del pasado 31 de julio, dos jóvenes en sus motos prendieron fuego 13 vehículos estacionados en la vía pública tras cumplir una prenda por haber perdido en un videojuego. Los jóvenes portaban un bidón y una caja de fósforos mientras recorrías las calles del departamento de Godoy Cruz.
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Realizaron esta acción un total de trece veces, hasta que fueron descubiertos. Para huir, decidieron separarse, aunque algunos vecinos y la policía fueron tras uno de ellos: Gabriel Cuello, de 24 años. Se trata de un joven electricista sin antecedentes, según consigna el portal Mendoza Post.
El joven fue capturado de inmediato. Su caso cayó en la fiscalía 32 a cargo de Patricia Atur y fue enviado a la cárcel de Boulogne Sur Mer, donde pasó más de un mes.
Las reuniones con especialistas del Cuerpo Médico Forense que tuvo el incendiario no aportaban demasiado: es de hablar poco y al menos en un principio negó saber los motivos del raid incendiario.
Fue allí cuando los especialistas en Informática de la Policía desnudaron su computadora y salió a la luz que Cuello era (o es) un asiduo jugador en red del GTA (Grand Theft Auto) una serie de videojuegos que posteriormente pasó a llamarse Rockstar North.
En uno de los juegos con contrincantes brasileños perdió y la prenda virtual dentro de ese mundo, consistía en prender fuego catorce vehículos estacionados en la vía pública: en la vida real le faltó uno para pagar su prenda.
Asimismo, el secuaz de Cuello que conducía en otra moto nunca fue detenido y él nunca lo delató.
El Código Penal contempla para el daño simple una pena de un mes a un año (lo que lo hace excarcelable si el imputado, como en este caso, no cuenta con antecedentes). Entretanto, el incendio es penado con más severidad: de tres a diez años.
Finalmente, el 4 de setiembre se llegó a un acuerdo mediante un juicio abreviado en el que el imputado reconoció sus hechos ante la fiscal Atur, previo un arreglo con su abogado defensor.
Cuello fue condenado a tres años de prisión en suspenso y deberá llevar a cabo una serie de imposiciones como fijar domicilio en lo de su abuelo, realizar tratamiento psicológico/psiquiátrico para tratar la problemática de los límites, debiendo acreditar su presencia cada quince días.
Además, deberá donar en el plazo de seis meses una impresora con fotocopiadora láser multifunción a color a estrenar al Cuerpo de bomberos de la provincia de Mendoza. Realizar cincuenta horas de trabajo comunitario; concurrir al Tribunal cada vez que sea citado. No cometer nuevos hechos delictivos.
Asimismo, el mismo 4 de septiembre, el incendiario recuperó su libertad.