Rodolfo Martínez, vocero de la Cámara IDEAR (Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentina) en Cuyo, contó en Aurora 91.3 de qué se trata el proyecto que presentarán ante el gobierno provincial para adaptar los boliches de Mendoza como espacios culturales y de recreación.

“Venimos desde hace ocho meses parados, lo que para nosotros es rarísimo. Entendemos que la situación en el mundo es así, estamos permanentemente mirando qué es lo que pasa en otros países, vemos que acá en Mendoza está pasando lo mismo que está pasando en Europa que es que con la llegada del calor y el hartazgo de la cuarentena la gente empieza a romper los protocolos y empiezan las fiestas clandestinas”, señaló en Buenos días, Aurora.

“Nosotros representamos a 10 mil familias. Hay en la actualidad 264 locales habilitados solo en Mendoza, no sólo boliches sino también productoras de espectáculos, de teatro, por eso hablamos de entretenimiento. Estamos muy mal, seguimos pagando tasas provinciales, departamentales, nos siguen llegando las intimaciones de corte de servicios. Entendemos que lo nuestro va a ser lo último y que tenemos que esperar una vacuna, hemos estado muy callados pero trabajando en la elaboración de protocolos, viendo de qué manera se podía hacer algo”, detalló.

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“La gente le perdió el miedo el virus, los jóvenes están cansados. Puedo entender que están incumpliendo una norma, pero hay un momento en el que el cerebro de las personas también dice “basta”. Si a eso le sumás que lo único que podés hacer es ir a una bodega o a un bar y hay mucha más demanda que oferta, los chicos terminan haciendo algo en su casa”, se lamentó Martínez haciendo referencia a las últimas fiestas clandestinas registradas en la provincia.

Y agregó: “La idea nuestra es reconvertirnos en espacios culturales y de entretenimiento. Poder abrir nuestros escenarios, estamos capacitados para ofrecer un show mañana si queremos, y funcionar con los protocolos de los bares. La gente va, se sienta, no se va a poder bailar, pero sí por lo menos disfrutar otras cosas. Nuestra propuesta es poder generar algo, abrir estas 260 salas que hay en Mendoza y poder disfrutar un espectáculo sentado, mientras comés y tomás algo”.

Además, sostuvo: “Que Cultura sepa que dispone de estos escenarios para los artistas de Mendoza que están parados. Se dan las condiciones para que nuestros artistas vengan a ocupar un lugar que muchas otras veces no han podido tener”.

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También aclaró que “la capacidad va a depender de cada lugar. Nosotros vamos a ocuparnos de los protocolos que ya están vigentes, depende si el lugar es cerrado o abierto. Esa parte se la dejamos a la gente que sabe. Los lugares cerrados pueden funcionar respetando tres puntos fundamentales: el nivel ocupacional, la distancia y la cantidad de tiempo que permanezcan en el lugar”.

Y cerró: “Es mucho mejor tener la posibilidad de que salgan a lugares controlados. Si no propiciamos estos lugares, más clandestinidad va a haber. Esto es una cuestión de prueba y ensayo; hay que empezar, generar propuestas interesantes”.

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