Este martes continúa el juicio por jurados por el crimen de la empresaria Norma Carleti, ocurrido el 5 de marzo del año 2018 en su vivienda del departamento de Tunuyán. En ese sentido, ya declaró Juan Carlos Guerrero, acusado por el crimen.

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Guerrero estableció una serie de coartadas para tratar de alivianar su situación. Aseguró que el sábado anterior al asesinato se comunicó varias veces con Leonardo Hisa, su jefe, debido a que el lunes debía llevar a sus nietos a la escuela y le preguntó si podía llegar más tarde a trabajar o si podía no ir.

Sobre el domingo 4 de marzo, un día antes del crimen, dijo que estuvo envasando tomate y comiendo un asado con su familia. Ya en horas de la madrugada, un grupo de policías de civil "sin orden de allanamiento ni testigos" se llevaron detenido a su hijo Kevin, hoy procesado como autor material del homicidio de Norma Carleti.

Transcurrieron las horas y Juan Carlos Guerrero se enteró sobre la muerte de la empresaria. "A las 7 llega Leonardo Hisa y me dice que Norma estaba muerta. Me pidió que fuéramos a limpiar el mausoleo por si los hijos querían llevarla ahí. Estaba destrozado. Yo soy su obrero y no me podía negar", relató el hombre.

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Guerrero agregó que con el correr de las horas también fue detenido y firmó una declaración suya armada por un comisario para recuperar su libertad. También dijo que en esa instancia vio cómo policías de Investigaciones le pegaban a su yerno para que cambiara su relato: "Por eso mi hija le dice en un audio "¿qué hiciste?"".