Un empresario y sus dos hijos fueron detenidos este lunes en Luján acusados de fabricar y comercializar pintura "trucha". Los sospechosos elaboraban esmaltes de baja calidad y les colocaban etiquetas de conocidas marcas de alta gama.

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Investigan si los productos que vendían contenían químicos nocivos para la salud.

La investigación que desarrolló personal de la División Delitos Económicos, dependiente de la Dirección de Investigaciones, se inició hace más de dos meses cuando empresarios locales del rubro de la pintura comenzaron a recibir quejas por la calidad de sus productos.

Ante eso, se solicitó a los clientes los baldes con las pinturas defectuosas para su análisis, a través del cual notaron que las etiquetas eran apócrifas, es decir, que las habían falsificado y colocado en productos de baja calidad.

Tras radicar la denuncia correspondiente ante la Justicia, se comenzó a investigar el origen de los baldes "truchos" y se estableció que los mismos eran comercializados por una pequeña empresa familiar con sede en la zona de Vertientes del Pedemonte, en Luján.

Bajo la marca "El Rey de la Pintura", los sujetos elaboraban en una fábrica de su propiedad las pinturas. Pero, en el último tiempo habían comenzado a comprar los esmaltes a una empresa cordobesa.

Al parecer, de esa forma habían bajado los costos de producción, aunque el producto no estaba fabricado bajo las normas de calidad y seguridad adecuadas.

La pesquisa sostiene que, con el objetivo de obtener mayores ganancias, los sospechosos recurrieron a colocar en los baldes etiquetas de diferentes marcas de calidad "premium" y las ofrecían a través de las redes sociales, realizando reparto de puerta a puerta en una camioneta de la firma.

A través de las tareas de investigación se reunieron las pruebas necesarias y se dispuso realizar un allanamiento este lunes en el domicilio del empresario y sus hijos, quienes fueron aprehendidos.

En la medida, se incautaron más de 650 latas de pintura de 20 litros y el vehículo utilitario con el que los acusados realizaban el reparto de la mercadería apócrifa.

También se logró el secuestro de rollos con las etiquetas de distintas marcas de pinturerías, equipos para la fabricación de esmaltes y celulares.

Además, se descubrió que la familia también tenía una tienda de ropa, en la cual se hallaron 950 pares de zapatillas falsificadas, que estaban a la venta. Las mismas fueron incautadas por infracción a la Ley 22.415 (Código Aduanero).

Los tres sospechosos quedaron a disposición del fiscal Hernán Ríos, quien los imputará en las próximas horas.

En tanto, las pinturas secuestradas serán sometidas a análisis en un laboratorio para establecer si se utilizaba algún aditivo nocivo para la salud en la elaboración, lo que podría sumar la acusación de otro delito para los detenidos, explicaron fuentes consultadas. 

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