Víctimas y allegados alegan que el juicio contra las monjas está siendo "dilatado" por la defensa y la Iglesia Católica, además de asegurar que no hay una perspectiva de discapacidad en la justicia.
Padres y allegados a las víctimas del Instituto Próvolo se reunieron en las inmediaciones de Tribunales provinciales para reclamar una mayor flexibilización delos juicios contra las monjas implicadas a cinco años de que se supiera sobre los casos de abusos en el lugar por parte de los sacerdotes Nicola Corradi, Horacio Carbacho y el jardinero Armando Gómez, quienes fueron sentenciados en noviembre del 2019.
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En conversación con Aurora 91.3, el padre de una de las principales testigos de la causa, Ariel Lizarraga, destacó que el juicio está siendo "dilatado" por la defensa y la Iglesia Católica, por lo que "perjudican a las víctimas".
"Estamos en la lucha solos, en un barco sin timón. La situación es que llevamos dos años y lo único que se dedica la defensa es a dilatar el juicio, llevando a las víctimas en cámara Gesell, cuando no tenemos intérprete de lengua de seña y se largan chicanas", sostuvo.
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Por otra parte destacó que fueron "rehenes" de los jueces, ya que cambiaron en algunas oportunidades y ese que ingresaba no estaba interiorizado en el tema. En tanto criticó la falta de perspectiva de discapacidad en la justicia. "Mi hija no puede hablar en los medios porque no tiene un intérprete. Lo que quiere la Iglesia Católica es callar el caso", agregó.
"La justicia está tratando de seguir de una manera que no tiene sentido, porque le da importancia a las declaraciones y las chicanas de la defensa y dilatan el mal funcionamiento del juicio", culminó.
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