*Por Melisa Stopansky

Para ADN País 

El Gobierno nacional lanzó el congelamiento de 1.432 productos como una forma de paliar la efervecencia en los precios imparables de la economía doméstica. Esta "guerra contra la inflación" junto con un fideicomiso para el trigo volvería los precios a febrero. Sin embargo, en Mendoza nadie sabe -ni el Gobierno ni los empresarios- cómo se implementará y tampoco se ven cambios en las góndolas.

ADN País consultó a las cadenas mayoristas y al área de fiscalización del Gobierno provincial y nada se sabe de cómo y cuándo se bajarán las medidas a las que apuesta el presidente Alberto Fernández para contener los aumentos de precios.

Lo cierto es que ya pasó casi una semana del prometedor anuncio de Fernández pero sin cambios sustancias en el valor de los alimentos.

En una entrevista que brindó a la TV Pública, el mandatario se refirió a los "diablos" que generan más presión inflacionaria con la especulación y la inflación "autoconstruida", que estaría en la cabeza de la gente, según su explicación y por eso aumentarían los precios de la canasta básica.

Para los economistas, como Daniel Artana, estas medidas redundan en el error y no hacen foco en las causas.

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Mientras tanto, el ciudadano de a pie se ampara en las compras a nivel mayorista para ganarle a la inflación e inteligentes buscando los precios más convenientes.

Los consultores hablan de un consumidor híper inteligente que aprovecha las promociones y busca las segundas y terceras marcas de buena calidad.

La sustitución de categorías es otra de las formas en las que en un hogar buscan estirar el dinero: dejar de ir a la peluquería y comprar la tintura, no adquirir suavizantes para la ropa, o desodorantes de piso y sólo llevar la lavandina, entre alguno de los ejemplos que se ven en el comportamiento de los consumidores. 

Otro dato de relevancia son las formas de consumo y su recuperación. Recién a la mitad del año pasado, comenzó a recuperarse luego de la pandemia de Covid-19.