Banqueros afirman que hubo diversos malentendidos que causaron una concurrencia de jubilados "inusual".
Desde que se anunció que se volvería a pedir la Fe de Vida como un requisito para cobrar los haberes a partir del 1 de marzo, muchos jubilados se pusieron en campaña para reiniciar el trámite que estuvo suspendido durante dos años por causa de la pandemia.
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Sin embargo, la situación no salió como se esperaba: se formaron grandes colas de personas en los primeros días del mes para hacer el trámite, mientras que otros, siguiendo los consejos de los mismos banqueros, fueron a cobrar con la tarjeta de débito para certificar la Fe de Vida sin saber que ese paso no estaba en vigencia.
"Si bien la Fe de Vida es requerida, la misma se puede tramitar 72 hs antes de la fecha de cobro, ya que hubo posibilidad de hacerlo hasta el 24 de marzo. De haber sido explicado de esa manera, hubiese evitado una aglomeración importante", declaró Sergio Giménez, secretario general de la Asociación La Bancaria, en conversación con Aurora 91.3.
En tanto, calificó como "inusual" la concurrencia de ancianos en los bancos, quienes, en su mayoría, no pudieron cobrar por cajero automático sus haberes debido a una serie de descoordinaciones y falta de información, según mencionó.
"Ante una situación excepcional como esta, en la medida que los bancos vayan informando las alternativas para agilizar este trámite, deberían asignar recursos y trabajadores para agilizar el procedimiento, porque los bancos no dan explicaciones de esta situación y terminan siendo los bancarios los que dan la cara", dijo.
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Por otra parte, entre los modos para obtener la Fe de Vida difundida de forma oficial fue la posibilidad de acreditarla mediante una compra con tarjeta de débito. No obstante, según aseguran los trabajadores de los bancos, no fue hasta mediados de mes que se informó que ese paso no estaría en vigencia durante marzo, luego de que aconsejaron a muchos jubilados hacer este procedimiento.
"Se informó casi a mediados de marzo que ese sistema no iba a tener aplicación, porque no era obligación chequear esa información entre supermercados y bancos durante dos años", culminó.