Muchas veces, en un mundo rodeado de sucesos negativos, las buenas acciones pasan desapercibidas. Terminan siendo invisibles ante los ojos de la humanidad, que se desvían con preocupación ante aquellos que obran mal. 

Sin embargo, esas buenas acciones están. Persisten. Y buscan acentuarse ante una sociedad que le cuesta desviar la mirada de su individualismo. Así es el Merendero de María Silvia, un pequeño refugio en la localidad juninense de Philipps que alberga a más de 200 chicos y brinda ayuda humanitaria a sus familias de manera desinteresada. 

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En ese merendero, hay una sola persona encargada de todo: su dueña, María Brisa Moyano, quien desde 2007 trabaja sin descanso para darle una mejor vida a las personas que llegan hasta el lugar por las carencias que les toca vivir. 

"Solamente yo trabajo en el merendero. Empiezo a trabajar desde las 8 de la mañanahasta las 11 del mediodía que tengo que hacer la comida para mi hija y llevarla a la escuela. Sigo trabajando y corto para irla a buscar, y después continúo hasta las 7 u 8 de la tarde", contó Brisa, en conversación con Aurora 91.3. 

Brisa, en su día a día, como madre de una niña de cinco años, visita los hogares de cada uno de los chicos que van a su merendero todos los días para saber en la situación en la que están y, desde su sitio, darles una mano. 

Fue así que se encontró a una madre de cinco niños que está desempleada y solamente vive de la AUH. Su casa de techo de caña, como los que hacían nuestros abuelos, sufre múltiples filtraciones por las lluvias, por lo que piden donaciones para repararlo. "Necesitan nylon, caña y cemento", informó. 

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Pero esta no es su única actividad dentro del merendero: prepara viandas para que los chicos tengan que comer el fin de semana, ayudó a más de 500 chicos con mochilas completas para el comienzo de clases y hoy pide donaciones para hacer huevos de pascua a todos los concurrentes del merendero. 

"Para la campaña Huevo de Pascua pedimos la materia prima para prepararlos yo misma, ya que es muy caro para comprarlos. La idea es que cada uno de los chicos del merendero tengan un huevo para que disfruten y no se sientan menos que el resto. Tratar de que ellos también se sientan especiales", destacó. 

Además, finalizó argumentando que "nosotros en el merendero tenemos un lema que dice  "Quien quiera colaborar, puede colaborar". Los chicos no entienden de religiones ni de colores políticos. Solo saben de las necesidades que sufren, entonces hay que colaborar sin esperar nada". 

Las donaciones se pueden realizar a través del CBU del merendero, que está posteado en la cuenta de Facebook, o a través de las billeteras virtuales Mercado Pago y Paypal a moyanobrisas@gmail.com. 

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