Tras la demanda de la familia de Florencia Romano al Estado por 300 millones de pesos por el femicidio de la menor de 14 años, el juicio comenzó y la defensa estatal argumenta que "la mitad de la culpa es de la familia". 

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Fue el abogado Ricardo Canet quien expresó que la madre de Florencia faltó a sus obligaciones "parentales" y no estuvo controlando a su hija como debía, por lo que la suma es "injustificada", asegura. 

El caso de la menor de edad evidenció una negligencia en el accionar policial del 911, ya que la operadora Verónica Herrera obvió la llamada de advertencia de un vecino sobre lo que estaba pasando con la menor. 

Sin embargo, el letrado que representa el Estado aseguró que Romano no murió exclusivamente por negligencia o responsabilidad del Estado: "No hay relación de causalidad entre la omisión imputada a la Provincia en el funcionamiento regular del servicio del Centro Estratégico de Operaciones y el resultado dañoso reclamado".

Canet remarcó que la culpa fue de Pablo Arancibia, condenado por el femicidio de Florencia, en un 50% y que la otra mitad de la responsabilidad fue de los padres. 

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Si ese llamado al número de emergencias tenía lugar y no era ignorado, el arribo de la policía al lugar no garantizaba que hubiesen podido evitar el asesinato, se argumentó. 

"La autoría material debiera imputarse a la conjunción de la culpa de sus padres y al accionar doloso del autor principal, que resulta un tercero por el cual no responde la Provincia", dice el escrito que se conoció en las últimas horas. 

Florencia Romano (14) fue encontrada sin vida el pasado 17 de diciembre del año 2020, luego de ser intensamente buscada durante cinco días, luego de que saliera de su casa en Guaymallén para visitar a Pablo Arancibia (33), en su domicilio de callejón Berra, de Maipú, a quien conoció por redes sociales. 

El hombre golpeó y ahorcó a la menor de edad en el interior del domicilio. Luego degolló e intentó quemar el cadáver en el patio de la vivienda. Le pidió ayuda al primo de su novia para transportar los restos "de un perro" y con esta coartada descartó el cuerpo de Florencia a pocos kilómetros.