"Por ahí donar no es solamente dejar un elemento físico, sino acompañar a los chicos en su vida", expresó Julián París, uno de los creadores de Trote Urbano, un movimiento que, lejos de darse por vencido a pesar de la situación económica actual, sigue corriendo para preservar el bienestar de los más chicos. 

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Junto con su amigo Franco, Julián comenzó esta aventura con la intención de dar una mano a quienes lo necesitan, comenzando con donaciones físicas, hasta extenderse a servicios como lo son la educación y la salud, pasando por personas que van con el único objetivo de dar una mano acompañando a los chicos. 

En conversación con Aurora 91.3, París destacó que: "siempre estuvimos viendo posibilidades de llegar a los chicos, que son carentes de cubrir sus necesidades básicas. Y a través de la actividad física tratamos de llegar a ellos con alimentos y salud". 

Además, aseguró que intentan demostrar a los menores que se pueden lograr cosas buenas a través del deporte, aunque sin mucho éxito. "Las necesidades son tantas, que ellos están más atentos al vaso de leche que se les da que a cualquier otra cosa. Siempre tratamos de hacer actividades extras, pero no se notan", argumentó. 

La principal premisa de a agrupación es el no recibir dinero como donación, para evitar no solamente estafas por parte de personas malintencionadas que roben la identidad de la marca, sino de los pensamientos negativos de las personas respecto del fin del capital. 

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"Solamente recibimos productos y servicios. Pero hay mucha cosa que sin dinero no se logran, entonces decidimos hacer un intercambio de productos personalizados de Trote Urbano por dinero, y con lo recaudado se cubrieron los gastos con una parte, y con la otra los útiles que le hacen falta a los chicos", afirmó. 

Desde Trote Urbano se trabaja desde hace tiempo con cuatro merenderos de manera permanente, más otros que puedan cubrir con las donaciones recibidas, pero no asisten a cualquier sitio, sino aquellos que "no reciben ningún tipo de ayuda estatal ni de partidos políticos" y en aquellos a los que si asisten, les dan billetes simbólicos a los chicos para intercambiar por comida. 

"Hemos hecho unos billetes con el logo de trote urbano o de las empresas que nos ayudan y se lo repartimos a los chicos y ellos nos pagan con eso, es algo simbólico para que sepan que para recibir algo tienen que dar algo a cambio", explicó. 

"Lo que más necesitamos es alimentos. Leche, chocolate y azúcar, que es lo que siempre falta. Pero después lo que son panificados, verdura, carnes y pollo es día a día. La gente que quiera colaborar siempre es bienvenida", culminó. 

Escuchá la entrevista de Un Día Perfecto: