La justicia de la provincia de Mendoza dictó el sobreseimiento para los rugbiers franceses acusados de abuso sexual.
La jueza Eleonora Arenas resolvió, oficialmente, dictar el sobreseimiento definitivo para los dos rugbiers franceses acusados de abuso sexual en la provincia de Mendoza.
De esta forma, Oscar Jégou (20) y Hugo Auradou (21) quedaron desvinculados de la causa en su contra y la investigación llegó a su fin.
Luego de un sinfín de planteos y varias audiencias judiciales, el caso que tuvo repercusión internacional se cerró con un sobreseimiento. Es decir que para la justicia de Mendoza no existió un abuso sexual y que la relación fue consentida.
Esta mañana, en el Polo Judicial, la jueza Arenas dio a conocer la resolución ante los planteos que hicieron las partes en la audiencia de sobreseimiento.
Tanto la fiscalía como defensa habían pedido finalizar la investigación contra los deportistas, quienes ya regresaron a su país y, de hecho, volvieron a sus actividades diarias con normalidad.
La querella, por su parte, había intentado apartar al fiscal Darío Nora y de esta forma extender la instrucción del caso.
Sin embargo, la jueza rechazó el pedido y oficializó el sobreseimiento de los dos rugbiers denunciados por abuso sexual.
La denuncia por abuso sexual se radicó el domingo 7 de julio de este año, un día después de que los rugbiers jugaran con la Selección de Francia ante Los Pumas en el Malvinas Argentinas.
La víctima relató que conoció en un boliche a uno de los jugadores y luego fueron al hotel Diplomatic, donde se originaron los hechos.
En base a la denuncia, sumamente grave, la justicia ordenó la detención de los deportistas, cuando estos ya estaban en Buenos Aires y a punto de viajar a Uruguay. Tras ser trasladados nuevamente a Mendoza, ambos fueron imputados.
Hugo Auradou (21) fue acusado de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual agravado por la participación de dos personas; en tanto que a Oscar Jegou (21) lo señalaron por abuso sexual agravado por la participación de dos personas.
El caso generó una fuerte conmoción, con repercusión internacional. Sin embargo, la instrucción se fue cayendo con la incorporación de las pruebas y se estableció que la relación había sido consentida, por lo que no existió ningún delito.