La actuación de la Fuerza de Operaciones Especiales de la Policía de Mendoza ha sido determinante en el rescate de mujeres y niños en peligro dentro de sus propios hogares. Estos grupos intervienen ante cada llamado que ingresa al 911, logrando poner a las víctimas a salvo en cada una de sus intervenciones.
En los últimos meses, la intervención de la Fuerza de Operaciones Especiales (FOE) de la Policía de Mendoza ha sido clave para rescatar a mujeres y niños en situaciones de alto riesgo dentro de sus propios hogares. En varios operativos recientes, la presencia de armas y la negativa del agresor a entregarse voluntariamente han hecho necesario el ingreso controlado del Grupo Especial de Seguridad (GES) para asegurar la zona y resguardar a las víctimas.
La FOE, conformada por el Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) y el GES, actúa en situaciones donde la negociación y el rescate táctico resultan imprescindibles. El objetivo principal es agotar todas las instancias de diálogo para evitar el uso de la fuerza. Sin embargo, cuando la víctima está en peligro inminente, se activan maniobras de rescate táctico para neutralizar la amenaza y preservar su integridad.
Intervenciones efectivas que salvan vidas
Según datos de la FOE, el 60% de las intervenciones de los grupos especiales están relacionadas con hechos de violencia de género. En cada uno de estos procedimientos los equipos policiales lograron poner a salvo a las víctimas y garantizar su protección.
Estas situaciones incluyen desde amenazas con armas hasta intentos de privación ilegítima de la libertad. En muchos casos, las víctimas no habían realizado denuncias previas, lo que dificulta la prevención de estos hechos.
"Nosotros intervinimos directamente cuando tenemos alerta a través del 911", detalló el comandante Javier Ortiz quien se encuentra a cargo de las Fuerzas de Operaciones Especiales. En este sentido, explicó que en lo que va del año han trabajo en 12 intervenciones, de las cuales el 60% han sido derivadas de violencia de género.
"Se trata de conflictos internos que llevan a que la persona o el agresor se atrinchere en su domicilio, con intenciones de autoeliminarse o amenazar a las víctimas", agregó Ortiz al indicar que "en 2024, se registraron un total de 53 intervenciones de este tipo, manteniéndose el porcentaje de casos derivados de violencia de género en un 60%".
Un operativo que evitó un desenlace fatal
Uno de los casos recientes más complejos se registró en San Martín, cuando un hombre secuestró a su hija de ocho años con la intención de utilizarla como medio de presión para contactar a su expareja. La situación se tornó crítica, ya que no se conocía la ubicación exacta del captor. Luego de intensas tareas de búsqueda y rastreo, con la participación de negociadores del GRIS, de la Unidad VANT (Vehículos Aéreos No Tripulados) que apoyaron por aire las tareas de los equipos tácticos, personal de investigaciones y efectivos de la jurisdicción, la menor fue hallada en un descampado junto a su padre.