La producción de acero crudo alcanzó en septiembre las 356.700 toneladas, registrando una baja del 3,7% mensual y del 3,8% interanual, de acuerdo con la Cámara Argentina del Acero. El dato refleja la desaceleración que atraviesa la economía, afectada por la incertidumbre política y la retracción de la demanda industrial.

A pesar del panorama negativo, el Gobierno nacional proyecta una recuperación hacia noviembre, tras el resultado electoral que consolidó las políticas de Javier Milei. Desde el oficialismo atribuyen el freno productivo al llamado “riesgo kuka”, es decir, a la falta de confianza previa a la consolidación del nuevo escenario económico.

En contraste, la producción de laminados en caliente mostró una leve mejora mensual del 2,7%, aunque aún mantiene una caída interanual del 1,6%. Las plantas siderúrgicas realizaron ajustes para equilibrar los niveles de stock y adaptarse a la baja en la demanda.

Con este panorama, la industria del acero continúa siendo un termómetro clave del nivel de actividad económica nacional, y su evolución en los próximos meses marcará el ritmo de la esperada reactivación.