El intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez, fue una de las figuras centrales en la apertura del V Congreso Internacional Agua para el Futuro, el encuentro sectorial más importante de la región. Desde el centro del debate, Suarez ofreció un discurso contundente que reafirmó el compromiso de Mendoza con la gestión hídrica y lanzó un llamado a la dirigencia a encarar un "diálogo valiente" sobre el recurso vital.

Mendoza, "un milagro de gestión" en el desierto

Al iniciar su intervención, el intendente resaltó el valor histórico y cultural del agua para la identidad de la provincia. “No somos una provincia cualquiera, somos un milagro de gestión y voluntad humana, un oasis que ha florecido en el corazón del desierto”, expresó, subrayando que el congreso convierte a la ciudad en el "centro de un debate ineludible" donde Mendoza ratifica su compromiso con la custodia y la administración sabia del recurso.

Suarez definió al agua como la "matriz estructural" del desarrollo provincial. Recordó que “la historia de Mendoza es la historia de nuestros cauces. El agua es literalmente la matriz esencial que da forma a nuestro desarrollo” y es lo que sostiene la vitivinicultura, los cultivos y permite que la capital sea "verde, habitable y sostenible".

Sin embargo, el intendente advirtió que el crecimiento urbano y productivo ha complejizado el escenario hídrico. Reconoció que hoy la provincia enfrenta nuevas dinámicas urbanas, el avance del sector productivo, el crecimiento poblacional y, sobre todo, los efectos del cambio climático, lo que exige "redoblar esfuerzos para garantizar su uso sostenible".

En este contexto, Suarez reivindicó el rol histórico del Departamento General de Irrigación en la construcción de la institucionalidad hídrica mendocina y enfatizó la necesidad de modernizar y preservar dicho sistema. El eje de su discurso se centró en el lema del Congreso: "Hacia un nuevo acuerdo por el agua".

El intendente culminó su alocución con el pedido de un consenso amplio y transparente. “Necesitamos un diálogo valiente, un diálogo abierto a la innovación, un diálogo honesto que reconozca que no hay recursos ilimitados y fundamentalmente un diálogo fundado en la evidencia técnica, libre de ideologías y sostenido en la ciencia”.