La inestabilidad, la alta humedad y el calor sofocante continuarán este miércoles 31 de diciembre en gran parte de Mendoza, con una alta probabilidad de tormentas aisladas, según el pronóstico del tiempo. Este escenario podría complicar la cena de fin de año, especialmente en espacios al aire libre.

"El plan de celebración para esta noche es con la mesa bajo techo", advirtió el doctor en Meteorología Maximiliano Viale ante la elevada probabilidad de precipitaciones.

Viale explicó que durante la jornada se mantendrán las altas temperaturas y la humedad, condiciones que generan un ambiente inestable en toda la provincia. La temperatura máxima alcanzará los 35 grados durante la tarde.

Las tormentas podrían desarrollarse a partir de la tarde, impulsadas por el alto contenido de humedad. En ese sentido, el especialista señaló que si las precipitaciones se producen temprano, podrían descargar gran parte del agua acumulada y permitir una noche sin lluvias, aunque el escenario sigue siendo incierto.

Ante esta situación, la principal recomendación para la cena de Año Nuevo es armar la mesa bajo techo, para evitar corridas de último momento por lluvias repentinas.

Continúa el pronóstico de inestabilidad

Según Viale, el jueves persistirá la inestabilidad, producto de la combinación entre humedad elevada y temperaturas altas. Las precipitaciones suelen originarse en la alta montaña y la precordillera, donde pueden registrarse lluvias intensas en cortos períodos, generando crecidas repentinas en cauces y arroyos.

Por este motivo, se recomienda extremar las precauciones para quienes se encuentren cerca de ríos, arroyos o canales, ya que el aumento del caudal puede ser repentino y peligroso.

El viernes, en tanto, las tormentas quedarán atrás debido a un cambio en la circulación del aire desde el sur, lo que provocará un descenso de la temperatura, con máximas entre 30 y 32 grados, menor humedad y mejoras en las condiciones meteorológicas.