El presidente de Estados Unidos dijo que el mundo está librando una batalla "contra un enemigo invisble, el virus chino". Hizo hincapié, además, en la lucha por la libertad de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a la comunidad internacional que responsabilice a China por la pandemia de coronavirus, denunciando la falta de medidas e información por parte del gigante asiático que permitieron la expansión de la enfermedad por el mundo.
El mandatario dijo que el mundo lleva “una gran batalla contra un enemigo invisible, el virus chino”. Aunque mostró optimismo en que la pandemia será vencida, no dudó en apuntar hacia China, el país donde se originó el coronavirus: "Debemos responsabilizar al país que desató esta plaga al mundo, China”. Según repasó, el régimen de Xi Jinping prohibió los viajes internos mientras permitió vuelos internacionales, y no ofreció información confiable.
“El gobierno chino y la OMS, que está virtualmente controlada por China, falsamente declararon que no había evidencias de transmisión entre humanos. Luego dijeron falsamente que los asintomáticos no esparcían la enfermedad”, reclamó en su mensaje, grabado previamente en la Casa Blanca y transmitido por la ONU para la 75° Asamblea General.
En un discurso de seis minutos, Trump apuntó también contra Beijing al hablar de medio ambiente. “China vierte millones y millones de plástico y basura a los océanos, emite más tóxicos a la atmósfera que ningún país, sus emisiones son el doble que las de EEUU y crecen rápido”, señaló. Además, aseguró que la potencia norteamericana, tras abandonar el Acuerdo del Clima de París, redujo sus emisiones más que ningún país. Ello pese a que su gobierno ha relajado algunas regulaciones del sector.
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Entre otros temas, se refirió a América Latina cuando aseguró: “Estamos con la gente de Cuba, Nicaragua y Venezuela en su lucha por libertad”. Además, mencionó las “históricas alianzas” que ha alcanzado con México, Guatemala, Honduras y El Salvador para contener la inmigración.
En el plano internacional, pidió centrar los esfuerzos “en los verdaderos problemas del mundo: el terrorismo, la opresión de la mujer, los trabajos forzados, el narcotráfico, el tráfico de personas, la persecución religiosa, limpieza étnica de minorías religiosas”.
Según sostuvo, la postura de sus políticas es la de lograr la paz a través de la demostración de fuerza, pero recalcó: “Rezo a Dios de que nunca tengamos que usarla”. En ese marco, aunque no hizo referencias a las elecciones presidenciales de noviembre, defendió su política de “Estados Unidos Primero” e instó a otros países a hacer lo mismo, ya que “solo cuando cuidas a tus propios ciudadanos encuentras una base para la cooperación”