Desde el Centro Empleados de Comercio aseguraron que es incierto si las sucursales que están trabajando lo seguirán haciendo en los próximos meses y temen el cierre como sucedió con Falabella.
El cierre de las sucursales de Garbarino y Compumundo en la provincia de Mendoza ha generado gran preocupación debido a que además de que la reubicación de trabajadores, hay atrasos en el pago de los salarios.
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Son cerca de 100 empleados con los que cuentan las dos firmas en el Gran Mendoza. Por su parte, Garbarino ya cerró en San Rafael y antes lo había hecho en Mar del Plata, Río Cuarto, Chubut y Salta.
En ese sentido, Fernando Ligorrria, secretario general del Centro Empleados de Comercio (CEC), dijo a Diario UNO que la sucursal de esta empresa ubicada en Palmares "está cerrando". Explicó además que Garbarino no renovó el contrato de alquiler del local que ocupa, ya inició el retiro de la mercadería e inmobiliario y reubicó a los 9 trabajadores que se desempeñaban allí en otros negocios de la firma.
Asimismo, desde el sindicato de los mercantiles se espera que no se quede gente sin trabajo, que se sostenga la promesa de llevarlos a otras sucursales pero que también se regularice el pago de los salarios que se está haciendo en cuotas y solo ha sido efectivizado el 50%.
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En ambas sucursales se han realizado asambleas para analizar las propuestas de pago. "Han ofrecido abonar el 50% que queda en dos pagos" dijo Ligorria.
El titular del CEC aseguró que la preocupación es doble porque además del pago escalonado o parcial de los salarios, es incierto si las sucursales que están trabajando lo seguirán haciendo en los próximos meses.