Son las elefantas asiáticas que se mudarán a un santuario en Brasil y los preparativos avanzan a paso firme.
Las elefantas asiáticas, madre e hija, Pocha y Guillermina, se están preparando para ser trasladadas desde su residencia actual en el Ecoparque Mendoza hasta el Santuario de Elefantes Brasil (SEB), en Mato Grosso, Brasil.
Dos especialistas, Ingo Schmidinger y la doctora Trish London, del santuario, junto con los cuidadores y los veterinarios del Ecoparque, están trabajando actualmente con las dos -que han residido más de 20 años en un recinto subterráneo- en los comportamientos necesarios para su transporte al santuario.
Pocha (55 años) fue transportada a Mendoza en 1968 y en el recinto nació su hija, Guillermina. Esta nunca ha experimentado la vida fuera de los muros del Ecoparque. La decisión del Ecoparque Mendoza de enviar a Pocha y Guillermina al SEB les asegura una nueva vida, que incluye la libertad de explorar un hábitat rico más parecido a lo que experimentarían en la naturaleza, construir relaciones con sus compañeras elefantes Bambi (58), Lady (50), Maia (48), Mara (56) y Rana (63), y aprender lo que realmente significa ser un elefante.
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El Gobierno provincial ha hecho grandes avances para mejorar el bienestar de los animales del que fue el zoológico de Mendoza, al tiempo que ha diseñado y trabaja en la construcción del Ecoparque, incluyendo funciones que están acordes con la ciencia y ética del Siglo XXI. Las agencias gubernamentales y el personal del Ecoparque Mendoza están de acuerdo en que Pocha y Guillermina merecen tener la mejor de las vidas posibles, lo que puede ser provisto sin dudas por el Santuario de Elefantes Brasil. Todo está alineado, se han obtenido todos los permisos nacionales e internacionales necesarios, las elefantas han completado los requerimientos médicos y el personal está trabajando con ellas en la preparación para los pasos finales de su viaje.
Pocha, que fue trasladada de pequeña a Mendoza, tiene recuerdos de la vida fuera del predio. Sin embargo, Guillermina nació en este espacio y requiere más tiempo para procesar cosas nuevas que la mayoría de los otros elefantes. Dado que esta planeada reubicación será su primera experiencia ante el mundo externo, merece la mayor paciencia, respeto y comprensión por parte nuestra. Las decisiones de cuándo están listas para dar estos nuevos pasos no pueden apresurarse, y el cronograma de traslado dependerá de su bienestar general con todo el proceso.
El compromiso del personal del Ecoparque Mendoza que está abocado al cuidado y bienestar de las elefantas ha sido destacable y continúa en su máxima expresión. Han adquirido y compatibilizado gran destreza junto a los expertos del Santuario de Elefantes de Brasil y los aplican con suma naturalidad, convicción y constancia. Todo esto es posible porque se ha conformado un equipo de cuidadores y veterinarios que siguen de cerca el progreso, acompañan en los aprendizajes a las elefantas y están entrenados en la aplicación de todos los protocolos requeridos.
El equipo de Global Sanctuary for Elephants, la organización que gestiona el Santuario de Elefantes Brasil, ha transportado con éxito a más de 30 elefantes cautivos a santuarios durante los últimos 30 años. Existen circunstancias desafiantes en torno a este traslado de Pocha y Guillermina, incluido el trabajo en un espacio pequeño, cerrado, de difícil acceso, a lo que se le suma el abordaje de este proceso durante una pandemia. El transporte de una madre y una hija, además, agrega un nivel único de complejidad a este viaje hacia Brasil. No solo se trata de conocer y comprender a cada uno de los individuos sino también reconocer la dinámica especial que se forma entre las dos.