El gobierno escolar observó y reflexionó sobre los resultados de la prueba, que se aplicó en más de 18 mil estudiantes con dificultades para leer.
La Dirección General de Escuelas (DGE) comparte el análisis preliminar de la muestra provincial de Fluidez Lectora Octubre 2021 con el fin de rever los resultados y reflexionar sobre las prácticas de aprendizajes y metodologías de los estudiantes de la provincia.
El reporte constituye un análisis preliminar de los datos obtenidos en la segunda medición de fluidez lectora, que se realizó del 18 al 29 de octubre y tuvo como población destinataria a los estudiantes de 4º y 7º grado de primaria y 1º año de secundaria que reportaron nivel crítico en el primer censo provincial de fluidez lectora realizado en abril y junio del 2021.
En el marco de este análisis, se observarán los resultados en vinculación con los programas de intervención remedial y de intensificación que se propusieron como estrategias al finalizar el primer censo provincial de fluidez lectora.
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Los datos que cada institución recibe y analiza conforman un recurso de alto valor pedagógico y de gestión, ya que habilita a la toma de decisiones institucionales en el marco de un diagnóstico continuo que retroalimenta de forma sostenida la planificación y evaluación del proyecto institucional de alfabetización y lectura.
La directora de Planificación de la Calidad Educativa, Silvina Del Pópolo, explicó que estos resultados fueron obtenidos por la aplicación de esta estrategia educativa en más de 18 mil estudiantes que el primer Censo de Fluidez Lectora reportó un estado crítico.
“Las escuelas hicieron un trabajo sistemático, consistente y sostenido durante todo el año para lograr estos buenos resultados. No solo intentan dar una devolución a cada escuela sino medir y analizar evidencias de aquellos programas de intervención tanto remedial como de intensificación que se propusieron como estrategias desde las DGE”, dijo Silvina Del Pópolo.
“Esta información que cada institución recibe y analiza genera un recurso de mucho valor pedagógico y de gestión, porque habilita a la toma de decisiones institucionales y sostenernos en este sistema de diagnóstico permanente”, sostuvo.
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Del Pópolo expresó que, de acuerdo con el informe preliminar de la Muestra de Fluidez Lectora, se detectó una mejora en el 70 por ciento de los estudiantes que se encontraban en situación crítica. “Tenemos aún horizontes para continuar trabajando, pero vale rescatar la sistematización, la focalización y priorización de la lectura transversal a todos los aprendizajes, la conciencia que todas las instituciones fueron tomando respecto al valor de la fluidez lectora y el apoyo de las familias. Esto hizo que el 70 por ciento de los chicos y chicas mejoraran. También se registró que 48,5 por ciento de estudiantes exhibieron mejoras que nos permite ubicarlos en un mejor nivel al que estaban en el primer censo, lo cual da cuenta de ese trabajo sostenido”, analizó la funcionaria de la DGE.
Además, el gobierno escolar aplicó a los estudiantes que participaron un cuestionario complementario que indagaba sobre la propia percepción como lectores y cómo vivían el proceso de mejora. “Notamos que un alto porcentaje, 68 por ciento, disfruta de leer en voz alta y 88 por ciento de los estudiantes muestreados, ante la consulta de la propuesta de lectura en voz alta que el docente les propone en el aula, contestaron que los ayuda a mejorar”, explicó.
El análisis de los resultados permite inferir que los estudiantes reconocen que esta experiencia en el aula los favoreció. “Necesitamos que estos estudiantes, que estaban en nivel crítico, sigan en el camino de mejora continua. El automonitoreo es necesario para sostener la motivación y darnos cuenta de los primeros pasos en base a evidencia para continuar nuestras prácticas pedagógicas”, remarcó Silvina Del Pópolo.
Desde la Dirección General de Escuelas se reconoce como protagonistas de estos logros a los estudiantes, capaces de visibilizar sus logros y aprender a reconocer sus fortalezas como lectores; los docentes, que sistematizaron la práctica sostenida sobre cómo leemos, y los equipos de dirección y supervisión que acompañaron.