Una Navidad diferente vivieron los pasajeros del 935, de la empresa El Cacique, al ver que quien conducía el colectivo era nada más ni nada menos que Papá Noel. El chofer de la unidad le regaló caramelos a chicos y grandes con el objetivo de sacarles una sonrisa. 

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"Es la primera vez que me pasa en la vida y nunca me imaginé sentir esta felicidad que siento", expresó Sebastián Ocampo, el hombre que arrancó sonrisas, en conversación con Aurora 91.3, quien, en sintonía, contó cómo surgió la idea. 

"Hace dos años me tocó trabajar en Navidad y vi que la gente sonreía poco. Este año, viendo el año difícil de pandemia que vivimos, tomé la iniciativa de regalarle golosinas a los chicos y grandes. Pedí permiso en la empresa para realizarlo, ellos me dijeron que no había problema. Luego le pedí colaboración a conocidos y amigos. Todos se sumaron. Fue muy lindo todo", detalló. 

Sin embargo, no todo es color de rosa: la realidad de Sebastián no estaba tan inundada de sonrisas. Transitaba un problema familiar cuando, como una medicina milagrosa, las sonrisas que recibió de cada pasajero le llenaron el alma: "Me sentí muy feliz y emocionado cuando volví a mi casa". 

"Una vez en casa decidí hacer la publicación que hice, destacando el compañerismo que tuvo la gente conmigo y empezó a hacerse viral. No lo podía creer", amplió. 

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También tuvo algunas críticas y burlas de aquellos que no lo comprendían, pero culminó diciendo: "No le di importancia y seguí con lo que quería lograr que era sacarle una sonrisa a la gente". 

Escuchá la entrevista de Buenos Días, Aurora: