La Selección Argentina de básquetbol estiró su buen momento y venció a Puerto Rico por 99 a 86 por la segunda fecha de la AmeriCup que se disputa en Brasil.

Con esta victoria, Argentina sumó su segundo éxito en igual cantidad de presentaciones y continúa como líder del Grupo B. Deberá cerrar la fase de grupos el próximo martes, desde las 20.10, enfrente a República Dominicana.

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Desde el reciente arribo de Pablo Prigioni como entrenador de la Selección argentina, se vio un cambio notable con respecto a lo que se mostraba bajo la conducción de Néstor "Che" García, quien se fue envuelto en la polémica.

El equipo ratificó este domingo lo realizado en la primera jornada cuando venció a Islas Vírgenes con holgura. Facundo Campazzo fue una de las figuras repetidas del equipo argentino, con 17 puntos, 15 asistencias y seis robos; mientras que Gabriel Deck volvió a ser el goleador, con 27 tantos; y Nicolás Laprovíttola aportó 20 puntos.

Argentina comenzó con mucha intensidad el encuentro, pero con el correr de los minutos logró encontrar la calma y ahí se vio un buen juego que le permitió superar a un rival que fue una parada más compleja.

Los centroamericanos arrancaron con mucha efectividad en los tiros externos, y además corriendo cuando se apuró el combinado nacional, lo que les permitió sacar ventaja. Pero el equipo de Prigioni apostó a un juego colectivo destacable y cuando logró mover la pelota hizo la diferencia para ponerse arriba 14-12. Sin embargo, el primer capítulo quedó en manos del rival por 21 a 19.

El segundo cuarto, los boricuas llegaron a imponerse 29-24, pero Argentina ajustó en defensa, explotó los costados y, de la mano de Deck con su cuota ofensiva, el elenco nacional se adueñó del tanteador. Además, Campazzo manejó los tiempos, para irse al descanso ganando por 47 a 44.

Cuando Puerto Rico insinuó con la recuperación en el inicio del tercer segmento, Argentina recuperó la firmeza atrás, creció en ataque con la dupla mencionada y el aporte de Laprovíttola para cerrar con el resultado a su favor por 75 a 65.

Ya en el capítulo final, con la confianza en alza, Argentina aplastó a su rival. Pocas veces lo dejó correr, le bajó la efectividad con su intensidad defensivas, y contó con variantes en ofensivas para quebrar al rival y sentenciar el 99 a 86.