El mandatario comentó que el problema no está relacionado con lo político, sino que es moral.
La polémica entre Javier Milei y Lali Espósito tiene un nuevo capítulo, con la réplica del presidente en las redes sociales, pero con un cambio en la estrategia: el problema no es la cantante de “Disciplina”, sino el sistema que beneficia a los políticos.
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Con el título “Desarmando el Gramsci Kultural”, en alusión al intelectual marxista Antonio Gramsci, ahora Milei apuntó lo siguiente: “La raíz del problema argentino no es político y/o económico, es moral y tiene como consecuencias el cinismo político y la decadencia económica“.
Más explícito aún, el Jefe de Estado sostuvo que “este sistema está podrido y por donde se lo toca sale pus, mucha pus, muchísima…“.
En todo momento, Milei se cuida de aludir directamente a Lali Espósito, que este jueves en sus redes hizo su descargo, nombrándolo, pero también remarcándole la llamada “asimetría de poder” que existe entre un presidente y un ciudadano.
Ahora, parece que Milei la identifica con una “vaca sagrada” del pogresismo.
“Cuando uno expone la hipocresía de cualquier vaca sagrada de los progres bienpensantes, se les detona la cabeza e inmediatamente acuden a todo tipo de respuestas emocionales y acusaciones falsas y disparatadas con el objetivo de defender a capa y espada sus privilegios“, contempló el mandatario.
Milei volvió al centro de su crítica en pos de llegar al déficti cero: esto es, apuntar a que los gobernadores que le reclaman por fondos nacionales ajusten sobre los gastos innecesarios, como los festivales culturales.