Mendoza, de de

Salud y Ciencia En Aurora 91.3

Cómo aplicar la inteligencia emocional para cerrar de manera positiva un año atípico

El 2020 dejó mucha tela para cortar, pero seguro no todo fue tan malo como parece: Paola Pucillo y una serie de consejos para concluir esta etapa de la mejor manera. 

Martes, 22 de Diciembre de 2020

El 2020 ha sido un año atípico y, en la mayoría de los casos, complicado. Pero en el balance también fueron meses de mucho aprendizaje y de seguro habrá motivos para levantar la copa y brindar.

Paola Pucillo, coach emocional, propone aplicar la inteligencia emocional para este cierre de año: “Cada capítulo de nuestras vidas tiene un comienzo y una despedida. Los inicios generalmente vienen acompañados de expectativas, nuevos objetivos, sueños. La propuesta es darle el mismo protagonismo al cierre del año, no ha sido fácil”.

“Cada uno encontrará cómo hacerlo, con algunas pautas orientativas: hacernos preguntas, focalizarnos en lo positivo, en cuáles fueron los momentos felices, las pruebas que hemos afrontado, cuáles hemos podido trascender, cómo hemos evolucionado en cuanto a los vínculos emocionales”, señaló en Aurora 91.3

Y planteó: “De todo esto, ¿qué podría mejorar? Apuntando a que lo que viene puede ser mejor, no quedándome en lo negativo. Lo que hemos aprendido en estos meses ha sido muchísimo, hemos desarrollado habilidades que ni nosotros sabíamos que teníamos. Poder visualizarlo también es un mimo a la autoestima”.

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“Es importante que hagamos un recordatorio de los objetivos y las metas que teníamos para este 2020 y empecemos a evaluar cuáles pudimos concretar. Y ver si lo que considerábamos importante todavía lo es. Este año ha sido un replanteo de propósitos; los que nos propongamos para el 2021 van a ser más realistas, con otra consciencia”, indicó Pucillo.

“El poder reflexionar todo esto, aplicando la inteligencia emocional, ayuda a hacer un cierre con otra mirada, siendo un observador distinto de la realidad. Preguntarnos qué aprendimos este año, de qué nos dimos cuenta, hacer hincapié en qué podría mejorar. Es un muy lindo regalo emocional que nos podemos hacer a nosotros mismos”, agregó.

Y cerró: “Poder celebrar la vida tiene un significado sumamente especial; poder conectarnos con la gratitud por lo que sí tengo, siempre teniendo el valor de intentar algo nuevo”. 

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