Sius padres son de Junín, y él vivió en Guaymallén. Estudió en la Universidad de Mendoza y lleva 15 años trabajando en la NASA.
Los sueños no tienen límites, menos si te proponés a cumplirlos. Eso fue lo que le pasó a Gerónimo Villanueva, un mendocino que estudió ingeniería en Electrónica y Electricidad en la Universidad Mendoza, y ese fue su puente al mundo de la ciencia.
Tras recibirse, viajó a Alemania a hacer un doctorado, y de ahí, a Estados Unidos, donde ingresó como científico en la NASA en 2005, y fue parte del grupo que descubrió agua en Marte.
"Como todas las cosas en la vida no fue para nada planificado, pero tuve la suerte de que mis padres y los profesores me acompañaron y me ayudaron en el proyecto", comentó el científico en Aurora 91.3.
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Recordó su juventud, donde estaba "metido con las computadoras", creciendo en el mundo del software en Argentina, cuando se contactó con gente de Alemania gracias a sus profesores. "Hice mi doctorado allá y eso me abrió las puertas de las ciencias del espacio, así que escalé a Estados Unidos, seguí otro doctorado, y hace 15 llevo trabajando en la NASA", agregó.
En sus pensamientos, el miedo invadía cada palabra, ya que pensaba que sería "el tonto", pero se dio cuenta que allí se hace un trabajo en equipo. "Funciona con la inteligencia colectiva".
Por otra parte, contó que hay varios latinos trabajando allí: la mayoría de Sudamérica y Centroamérica. "Tratamos de generar un vínculo para fomentar más latinos en NASA", comentó, y agregó que desde la entidad se busca generar vínculos con los organismos de investigación en Latinoamérica, para que los chicos "no piensen que es algo imposible".
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"En la NASA siempre tenemos muchas cosas interesantes"dijo sobre su trabajo, que lo tiene 8 horas en home office, como cualquier otra persona. En este momento, la unidad espacial está investigando para medir los océanos de una luna llamada Europa, entender el origen del Sistema Solar, y trabajando una misión en Marte, donde tratamos de entender la composición de agua de Marte.
Además, se calcula que en 2030 pueda viajar el hombre a Marte, en una misión que durará 3 años como mínimo.
“Viajar es largo. El cohete más poderoso tarda seis meses en llegar a Marte, entonces ahí tenés un año, y después, Marte da vuelta dos veces al año al sol, entonces en un año Marte está del otro lado del Sistema Solar, entonces tenemos que esperar un año para que estén alineados para poder volver", agregó.
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Por otro lado desmintió que marte sea completamente habitable, si no que lo comparó con la Antártida: habría ciertos lugares restringidos, y se podría circular hasta cierta hora, por la exposición a la radiación.
“Tengo muchos estudiantes y charlas de divulgación. Mi objetivo es acercar la ciencia a los más jóvenes, porque ahí es donde se rompen las barreras. Esto se da más que nada en Latinoamérica, donde uno se pone barreras y piensa que no se puede llegar nunca a eso", culminó.
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