El aroma a menta, manzanilla, earl grey o la tradicional yerba mate se impregna en el aire, invitándonos a celebrar el Día Internacional del Té, una efemérides instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2019 para reconocer la profunda historia, la importancia cultural y económica que esta bebida milenaria tiene en el mundo.

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En Argentina, el té no solo es una infusión, es un símbolo de arraigo, de tradición y de pujanza. Su historia en nuestro país se remonta a 1923, cuando las primeras semillas de té provenientes de Georgia llegaron a la localidad de Tres Capones, en la provincia de Misiones. Allí, en las exuberantes tierras misioneras, se dieron los primeros pasos de lo que hoy es una industria pujante que nos posiciona como un referente mundial en la producción de té.

De un incipiente negocio a un gigante exportador

Aquellos primeros experimentos en Tres Capones marcaron el inicio de un incipiente negocio local que, con el paso del tiempo, fue creciendo y consolidándose hasta convertirse en un importante motor económico para la región y el país. La calidad excepcional del té argentino, sumado a la incorporación de tecnología de vanguardia en todo el proceso de producción, nos ha permitido conquistar mercados internacionales y posicionarnos como exportadores de maquinaria a otros países productores.

Un té con sello argentino: tecnología de punta y sabor inigualable

Las plantaciones de té argentinas se distinguen por la utilización de tecnología de punta en todas las etapas de producción, desde el cultivo hasta el empaquetado. Desde sistemas de riego inteligentes hasta maquinaria de cosecha y procesamiento de última generación, la industria del té en nuestro país se caracteriza por su constante innovación y búsqueda de la excelencia.

Fruto de esta apuesta por la tecnología y el conocimiento, Argentina ha desarrollado maquinaria propia que no solo se utiliza en nuestras plantaciones, sino que también se exporta a otros países productores de té. Un sello distintivo que habla de la calidad y el prestigio que caracteriza a la industria teera argentina.

Más que una infusión: el té, un pilar de nuestra cultura

El té en Argentina no es solo una bebida, es parte de nuestra cultura y nuestra identidad. Desde el tradicional mate compartido en ronda hasta las infusiones que acompañan nuestras tardes, el té está presente en momentos de encuentro, de charla y de relax. Un símbolo que nos une como argentinos y que nos conecta con el mundo.

En este Día Internacional del Té, celebramos no solo la historia y la importancia económica de esta infusión, sino también el valor cultural que representa para nuestro país. Un patrimonio que debemos seguir cuidando y promocionando, para que el aroma y el sabor del té argentino continúen conquistando paladares en todo el mundo.