Una técnica sencilla y económica permite proteger plantas y fomentar el reciclaje desde casa.
Reciclar botellas plásticas no solo ayuda al medio ambiente: también puede convertirse en una forma práctica de mejorar la estructura de tu jardín y ahorrar dinero. Reutilizar estos envases fomenta hábitos sustentables y da una segunda vida a materiales que normalmente se descartan, reduciendo el impacto ambiental y fortaleciendo la autonomía en casa.
Una de las opciones más útiles es convertir las botellas en mini invernaderos. Para hacerlo, basta con cortar la base y colocar la parte superior sobre los brotes o plantines. Esto crea una especie de refugio que los protege del frío, los insectos y el viento, ayudando a conservar la humedad y el calor.
Otra alternativa es rellenar las botellas con arena o tierra para estabilizarlas y evitar que se vuelen. De este modo, se generan microclimas ideales para la germinación y el desarrollo inicial de las plantas.
Se trata de una técnica económica, rápida y adaptable, perfecta para quienes buscan aprovechar materiales disponibles en casa y darle al jardín un impulso verde, funcional y responsable.