No toda cocción es igual: hervir o hacer poché maximiza los beneficios del huevo, mientras fritos o revueltos pueden restarle valor nutricional
Desde hace décadas se sabe que el huevo es uno de los alimentos más completos en cuanto a proteínas, vitaminas y minerales. Pero según expertos en nutrición, no basta con consumirlo: también importa cómo lo cocinamos. Elegir las recetas correctas puede marcar la diferencia en la absorción de sus nutrientes.
El problema surge cuando cocinamos el huevo con exceso de grasa o a altas temperaturas: muchas de sus proteínas pueden perder calidad. Por eso, especialistas recomiendan métodos suaves, como hervir o cocinar al poché, para conservar todo su valor nutritivo.
Cocer el huevo en agua, ya sea duro o poché, es la opción más recomendada para preservar su aporte proteico. Al realizar la cocción con la cáscara intacta y sin añadir grasas, se minimiza la desnaturalización de sus proteínas. Esto significa que al consumirlo, el cuerpo puede aprovechar su contenido proteico de forma más eficiente y saludable.
Además, la textura de estos huevos tiende a ser más uniforme, fácil de digerir, y menos agresiva para el sistema digestivo. Si buscas optimizar tu nutrición diaria, esta es la forma "segura y eficaz" de prepararlo.
Aunque muchos disfrutan un buen huevo frito o revuelto, estos métodos suelen requerir aceite o manteca y temperaturas más altas. ¿La consecuencia? Mayor cantidad de grasas y un posible deterioro del perfil proteico original. Esto podría disminuir parte de los beneficios del huevo, transformándolo en una opción menos óptima.
Si aún quieres prepararlo de estas formas, lo ideal es optar por aceites saludables, como aceite de oliva, y mantener el fuego moderado. Así, puedes equilibrar sabor y aporte nutricional con menor impacto negativo.
El huevo no solo es nutritivo, también muy versátil. Sumarlo a tus comidas puede ser sencillo: en ensaladas, omelettes, tostadas integrales con palta, tortillas, sopas o incluso guisos. De esta forma, aprovechas su valor proteico sin complicarte demasiado en la cocina.
Asimismo, muchas personas lo usan para mejorar su masa muscular, cuidar la salud ocular, fortalecer el sistema inmune o mantener una alimentación balanceada.