El país, frente a la demora por la provisión de dosis para completar los esquemas, estudia la posibilidad.
La combinación de dosis de vacunas elaboradas por diferentes laboratorios se ha realizado para el control de varias enfermedades infecciosas en el pasado. Ahora, el mundo científico y las autoridades sanitarias evalúan a través de ensayos clínicos cuáles son los beneficios de la combinación de las vacunas contra el COVID-19.
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En ese sentido, en la Argentina, frente a la demora por la provisión de dosis para completar los esquemas, también se estudia la posibilidad. Es por eso que, en la ciudad de Buenos Aires, se está diseñando uno de esos estudios para conocer en qué casos conviene intercambiar dosis de vacunas diferentes.
“El modo en que cada vacuna autorizada estimula al sistema inmune para producir los anticuerpos contra el virus varía”, dijo Kate O’Brien, directora de la unidad de vacunas de la Organización Mundial de la Salud. “Basados en los principios sobre cómo las vacunas funcionan, pensamos que los esquemas de combinación van a funcionar también”, sostuvo la funcionaria al ser consultada por la agencia AP.
“Las combinaciones de vacunas deben tener al menos una evaluación sobre la seguridad y eficacia controlada por la inmunogenicidad, es decir el nivel de anticuerpos que despierta, y esos son estudios que se hacen rápidamente”, dijo días atrás el Ministro de Salud porteño, Fernán Quirós.
Con respecto al ensayo que organiza la ciudad de Buenos Aires, “es importante que se haga un estudio sobre la combinación de vacunas contra COVID-19 en la Argentina”, comentó al portal Infobae la doctora Liliana Vázquez, de la Sociedad Argentina de Infectología.
“Este tipo de ensayo tiene que contar con la aprobación de un comité de ética de investigación. Puede llevar un mes la inclusión de los voluntarios. Serían 500 personas incluidas en cada grupo, que pueden darnos información muy importante. Luego de la aplicación de la segunda dosis, hay que esperar entre dos a tres semanas para medir la respuesta inmune y compararla con el esquema tradicional”, afirmó Vázquez.
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Uno de los estudios de combinación de vacunas se llevó adelante en la Universidad de Oxford desde enero pasado en Inglaterra. A través del estudio Com-Cov se analizó la administración de las dosis con un intervalo de cuatro semanas en 850 voluntarios de 50 años o más. Se aplicó la vacuna de AstraZeneca primero y luego la dosis de vacuna Pfizer/BioNTech. Esa combinación indujo mayores anticuerpos y respuestas de células T que la aplicación al revés (Pfizer/BioNTech seguido de AstraZeneca). Ambas mezclas indujeron mayores anticuerpos que dos dosis de AstraZeneca sola, según los investigadores.