Con el fin de que los argentinos saquen sus dólares de debajo del colchón, el Gobierno impulsa su utilización en cualquier transacción de la vida cotidiana.
El presidente Javier Milei está decidido a avanzar hacia la dolarización y para eso avanza en la definición de una batería de medidas tendientes a favorecer la bimonetización de la economía argentina. "Avancen en todo lo que sea posible" fue la directiva que dio el mandatario libertario al equipo económico que lidera Luis Caputo.
Según reveló Liliana Franco en Ámbito este lunes en el camino hacia la profundización de la dolarización, Caputo esta preparando "una sorpresa".
La idea que se baraja por estas horas en el ministerio de Economía es permitir el uso de dólares, en principio para cualquier transacción, sin tener que justificar el origen de los fondos ante la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Es decir un nuevo blanqueo para beneficiar a evasores.
Precisamente, la agencia de recaudación, el Ministerio de Economía y el Banco Central están trabajando en un conjunto de resoluciones para permitir que los dólares atesorados sean utilizados libremente, revelaron fuentes oficiales a ese medio.
De acuerdo con estimaciones oficiales, a fines del año pasado los argentinos tenían fuera del sistema local (en cuentas en el extranjero, cajas de seguridad o "en el colchón") más de 271 mil millones de dólares.
La intención del Palacio de Hacienda es que parte de estos fondos puedan utilizarse para comprar bienes durables, como electrodomésticos o automóviles, inmuebles y, en general, todo tipo de bienes o activos sin restricciones. Esto es, sin tener que justificar ante ARCA el origen de los fondos.
Según estiman en la cartera que conduce Caputo el ingreso al circuito real de los dólares que los argentinos tienen atesorados daría un impulso adicional a la economía (que ya estaría creciendo a una tasa del 6% anual, según los cálculos del Ministerio de Economía).
Que la gente saque "los dólares del colchón" permitiría atender la mayor demanda de dinero derivada de la recuperación de la actividad sin emitir más pesos, tal como se comprometió el Gobierno, para seguir atacando a la inflación, de acuerdo con la explicación oficial.
La circulación de los dólares que los argentinos tienen guardados favorecería el consumo y la inversión privados en momentos en que las autoridades buscan el doble objetivo de reducir las presiones inflacionarias e incrementar la actividad económica.
La legislación vigente presupone que la existencia de dinero no declarado encierra evasión de impuestos. En consecuencia, al no tener que explicar la procedencia de los dólares, se daría en los hechos un nuevo blanqueo.
Se supone que, más allá de la eliminación de castigos tributarios, las autoridades están considerando recaudos para evitar que el sistema que están elaborando no permita prácticas contrarias al sistema de Prevención del Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo.