El banco estadounidense se enfocan en el impacto de los posibles desenlaces en el mayor distrito electoral del país.
Según JP Morgan, la volatilidad política y la incertidumbre han sido los principales motores de los recientes movimientos en los mercados financieros locales, más que los desequilibrios macroeconómicos. La entidad sostuvo: "El riesgo político, y no un agotamiento del programa macroeconómico actual, resultó la principal fuente de volatilidad local. Superar las elecciones debería colaborar para restablecer la estabilidad".
Desde la liberación de controles cambiarios en abril, el banco detectó que "las variaciones de liquidez influyeron fuertemente en el tipo de cambio, obligando al equipo económico a mantener condiciones restrictivas para su objetivo principal de desinflación ". Esta estrategia, según el banco, se mantendrá en el corto plazo debido a la sensibilidad de los precios frente al contexto financiero y político.
En el escenario base, JP Morgan proyectó un resultado con escasa diferencia a favor del oficialismo kirchnerista sobre La Libertad Avanza, o incluso una victoria de esta última. El banco consideró: "Este resultado sería compatible con un sendero favorable hacia un triunfo nacional para La Libertad Avanza y sus aliados en octubre".
La consecuencia inmediata sería la reducción de la prima de riesgo político y una disminución de la presión sobre el dólar, lo que permitiría un alivio en las tasas reales antes de las elecciones nacionales. De confirmarse este escenario, el costo fiscal de las tasas elevadas sería menor y la actividad económica podría recuperar una tendencia positiva en el último trimestre del año.
Sobre las reservas internacionales, JP Morgan evaluó que no sería necesario realizar fuertes intervenciones cambiarias, ya que el dólar oficial difícilmente alcanzaría el tope de la banda predefinida (1.479,77 y 1.495,54 pesos por dólar para septiembre y octubre, respectivamente). El documento destacó: "Con presiones moderadas, las reservas no tendrían que perderse", lo que facilitaría la continuidad del programa económico.
El escenario alternativo, al que JP Morgan asigna baja probabilidad, consiste en una "victoria aplastante" del kirchnerismo en Buenos Aires. En este caso, primas políticas elevadas impulsarían al dólar hacia el límite superior de la banda y forzarían al Banco Central a vender reservas para absorber la liquidez en pesos. A su vez, el riesgo político elevado mantendría las tasas reales en niveles altos y profundizaría el impacto negativo sobre la actividad y las cuentas fiscales.
La entidad estimó que el tipo de cambio real debería estabilizarse en un nivel más depreciado para estimular el superávit comercial y desalentar la demanda de dólares por parte de los hogares, asegurando así el pago del servicio de la deuda previsto para inicios de 2026. "De no mediar una participación muy baja (igual o menor a 50%), asignamos baja probabilidad a este escenario", concluyó el informe.
La entidad remarcó el "acotado traslado a precios del salto cambiario" en comparación con los últimos quince años. Este fenómeno fue atribuido a una mayor competencia global tras el levantamiento de restricciones a las importaciones y al efecto de una política fiscal y monetaria contractiva.