La incertidumbre cambiaria y la necesidad de liquidez de los bancos impulsan nuevamente los depósitos en pesos, convirtiéndolos en la opción preferida.
A menos de dos semanas de las elecciones de medio término, la volatilidad financiera se intensifica, y los ahorristas buscan resguardar sus fondos en instrumentos de bajo riesgo. En este escenario, los plazos fijos en pesos se consolidan como una alternativa de refugio, con tasas que se ajustan al alza para responder a la demanda de liquidez de las entidades financieras.
Según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), los rendimientos de los depósitos a 30 días muestran un comportamiento altamente volátil en las últimas semanas. Después de moverse entre el 27 y 29%, las tasas treparon hasta el 50%, bajaron nuevamente al rango de 30-40% y ahora vuelven a repuntar, alcanzando incluso el 54% en algunos bancos.
Esta dinámica se ve influida no solo por la escasez de pesos en el mercado y las licitaciones de deuda, sino también por factores estacionales y la expectativa por los resultados electorales. El sector financiero explica que la dispersión de tasas dentro del sistema responde a la distinta necesidad de liquidez de cada entidad.
Mientras bancos más grandes mantienen sus rendimientos, entidades más pequeñas o fintechs ajustan las tasas al alza para atraer depósitos. Plataformas digitales como Cuenta DNI del Banco Provincia ya elevaron sus tasas al 48%, intensificando la competencia por captar fondos.
En paralelo, las cauciones y descubiertos en cuenta corriente también muestran rendimientos récord, superando incluso los tres dígitos, impulsados por la volatilidad de los mercados internacionales y declaraciones de líderes extranjeros que impactan en la confianza local. En particular, el anuncio de Donald Trump sobre su apoyo condicionado al gobierno de Javier Milei generó movimientos en el mercado que repercutieron en los instrumentos de renta fija de corto plazo.
A pesar del alza, los analistas prevén que esta volatilidad tenderá a moderarse en las próximas semanas, cuando se estabilicen los flujos de liquidez entre bancos públicos y privados y se normalice la situación cambiaria. Mientras tanto, los plazos fijos siguen siendo la opción más segura para los ahorristas que buscan proteger sus ahorros sin asumir riesgos cambiarios, manteniendo su atractivo frente a alternativas más volátiles.