El Ejecutivo busca posponer el tratamiento de la Ley de Presupuesto 2026, que originalmente debía ingresar el 11 de noviembre, hasta que queden conformadas las nuevas cámaras, sumando a la discusión la reforma tributaria y laboral.
El Gobierno nacional confirmó su intención de convocar al Congreso a sesiones extraordinarias con un objetivo claro: tratar una serie de reformas estructurales bajo la nueva conformación legislativa que asumirá el 10 de diciembre. La decisión incluye el proyecto de Presupuesto 2026, la reforma tributaria y, notablemente, la reforma laboral. Aunque la convocatoria se definirá en los próximos días, ya se iniciaron las negociaciones con sectores dialoguistas, principalmente para lograr la postergación del debate presupuestario.
La intención del Ejecutivo, impulsada por el bloque de La Libertad Avanza, es que la discusión del Presupuesto 2026 se realice una vez que estén en funciones los diputados y senadores electos. Con el recambio parlamentario, el oficialismo y sus aliados—incluyendo al PRO y parte de la UCR—alcanzarán la primera minoría en la Cámara de Diputados con 107 legisladores. Con el respaldo de unos seis radicales más, necesitarán solo 13 votos adicionales para conseguir la media sanción del proyecto de gastos y recursos.
Además de la vital ley de gastos, la Casa Rosada buscará incluir en el temario de extraordinarias las reformas tributaria y laboral, piezas consideradas centrales para la segunda etapa del programa económico del presidente Javier Milei. Ambas iniciativas prometen generar una fuerte pulseada política en el Parlamento.
La reforma laboral, en particular, ya enfrenta la resistencia y el rechazo de los sindicatos y una parte de la oposición, que han adelantado su postura en contra de avanzar con modificaciones profundas en estas áreas. La convocatoria a sesiones extraordinarias, por lo tanto, marca el inicio de un intenso periodo de negociaciones y debates en el Congreso.