Referentes de la central sindical plantearon que el proyecto impulsado debe ser progresivo y criticaron la propuesta de salarios dinámicos.
El clima político y económico volvió a tensarse este miércoles tras las fuertes advertencias de la CGT al Gobierno nacional en torno a la reforma laboral que el oficialismo busca impulsar junto a los cambios previsionales y tributarios.
Los cosecretarios generales Héctor Daer y Octavio Argüello, junto al dirigente Mario Manrique, advirtieron que la central obrera no acompañará ninguna iniciativa que implique una pérdida de derechos para los trabajadores. "Si la reforma es para retroceder, no va a haber ninguna negociación", afirmó Daer.
Uno de los puntos más cuestionados por los gremios es el concepto de "salarios dinámicos", que convertiría los sueldos de convenio -hoy pisos garantizados- en techos de referencia, dejando margen a mejoras individuales por desempeño.
"Es un delirio que no existe en ningún lugar del mundo", sostuvo el jefe del gremio de Sanidad. "Pretenden que el salario básico sea mucho más reducido y que después, de acuerdo a la prestación individual, alguno pueda tener una mejora jugando a un tema de desempeño absolutamente individualista".
Daer planteó que la postura sindical es clara: si la reforma laboral promueve una progresión de derechos, la CGT estará dispuesta a discutir. "Pero si es para retroceder, no va a haber negociación de ningún tipo", advirtió.