Mendoza, de de

Argentina Economia

Cómo es el nuevo bono BONAR 2029N que emitió Argentina y qué impacto tendrá en la economía

Después de casi ocho años, el Gobierno volvió a emitir deuda en dólares y logró una colocación por USD 1.000 millones con fuerte demanda del mercado.

Miercoles, 10 de Diciembre de 2025

Argentina regresó al mercado de deuda en moneda extranjera con la colocación del nuevo BONAR 2029N, una emisión en dólares bajo legislación local que marcó el retorno del país a los plazos medianos y largos. El Gobierno obtuvo USD 1.000 millones a una tasa del 9,26% anual, en una operación que superó las expectativas oficiales.

Cómo es el BONAR 2029N y para qué se usarán los fondos

El título paga un cupón anual de 6,5% en dos cuotas semestrales y amortiza la totalidad del capital al vencimiento, el 30 de noviembre de 2029. La Secretaría de Finanzas informó que la colocación recibió más de USD 1.400 millones en ofertas por parte de 2.500 inversores, lo que adjudicó al bono un rendimiento final equivalente a 550 puntos básicos sobre los títulos del Tesoro de Estados Unidos.

Los recursos obtenidos serán utilizados para enfrentar la amortización de los Bonares 2029 y 2030 prevista para el 9 de enero, en un comienzo de año que acumula vencimientos por USD 4.200 millones. El objetivo oficial es cumplir con esos pagos sin afectar las reservas netas del Banco Central y avanzar en la baja del riesgo país hacia niveles cercanos a los 500 puntos.

Si bien Argentina no emitía deuda en el exterior desde 2018, la operación no implica un regreso pleno a los mercados internacionales porque está regida por ley local. De todos modos, en el Gobierno consideran que este tipo de colocaciones permiten refinanciar vencimientos sin comprometer reservas y contribuyen a mejorar el balance del Banco Central.

En el Ministerio de Economía destacan que la caída del riesgo país responde a fundamentos macroeconómicos más firmes, como el superávit fiscal, la política monetaria contractiva y la recapitalización del Banco Central. También admiten que, pese a las fuertes compras de divisas del año, la falta de financiamiento obligó a usar una parte relevante para pagos de deuda, lo que redujo el ritmo de acumulación de reservas.

La expectativa es que la reapertura del financiamiento en dólares amplíe el margen para administrar los compromisos futuros y facilite un proceso más robusto de recomposición de reservas, clave para continuar bajando la inflación y sostener la mejora del riesgo país. Mientras tanto, el mercado cambiario reaccionó a la baja: el dólar mayorista cerró en $1437,50, unos $4,50 menos que en la rueda anterior.