Patricia Bullrich confirmó que el dictamen sigue abierto a cambios para sumar el apoyo de los bloques provinciales.
La reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei ya tiene una fecha definitiva para su tratamiento en la Cámara Alta. Según confirmaron fuentes legislativas, el debate en el recinto del Senado se llevará a cabo el próximo 10 de febrero, en el marco de las sesiones extraordinarias. Esta decisión marca un nuevo tiempo político en la agenda del Ejecutivo nacional.
Este cambio en el calendario legislativo, que se conoció el mismo día de la multitudinaria marcha de la CGT a Plaza de Mayo, responde a la necesidad oficial de reunir mayores consensos. La jefa del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, fue quien aclaró que la postergación busca blindar la propuesta ante las dudas de diversos sectores y asegurar los votos necesarios para su aprobación.
Durante el cierre del plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, y de Trabajo y Previsión Social, Bullrich fue tajante al señalar que el despacho aún no está cerrado. La legisladora subrayó que el texto permanece abierto a nuevas modificaciones, una señal clara hacia los bloques opositores dialoguistas que vienen reclamando cambios específicos en el articulado.
El anuncio formal de la postergación se realizó este jueves por la tarde, luego de que se reanudara la reunión de comisiones tras un cuarto intermedio destinado a escuchar a los últimos expositores. Con este nuevo cronograma, el Gobierno gana tiempo para desactivar parte de la tensión con los sindicatos y los gobernadores, enfocando sus esfuerzos en la redacción final del documento.
Para garantizar el dictamen de mayoría, el oficialismo iniciará ahora un periodo de intensas negociaciones que durará un mes y medio. Los interlocutores principales serán los representantes de la UCR, el PRO y los bloques provinciales de Misiones, Salta, Tucumán, Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Cambio Federal, cuyos votos son determinantes para el éxito de la norma.
De esta manera, el escenario legislativo se traslada al inicio del próximo año, donde se definirá el futuro de las relaciones laborales en el país. El Gobierno apuesta a que esta tregua veraniega permita limar asperezas y llegar al 10 de febrero con un esquema que logre superar el filtro del Senado sin mayores sobresaltos.