Productores rurales de la provincia relataron cómo les habrían quitado miles de hectáreas mediante causas armadas y ataques de barras y expresidiarios. La connivencia entre el poder político, la Justicia y la Policía. Qué rol ocuparía Fernando "Polo" Figueroa, el padrastro de Toviggino.
Productores rurales de Santiago del Estero denunciaron presuntas usurpaciones de tierras cometidas por una banda vinculada al entorno de Pablo Toviggino, tesorero de la AFA. Hablan de amenazas, violencia armada, ocupaciones ilegales, escrituras falsas y una presunta complicidad de sectores de la política, la Policía y la Justicia provincial.
Uno de los damnificados relató que posee un campo de 2.065 hectáreas en la zona y que fue despojado tras una maniobra que, de acuerdo a su relato, tuvo como protagonista a Fernando "Polo" Figueroa, padrastro de Toviggino. "Ahí operaba la familia Toviggino. Te inventan causas, te amenazan, te presionan. Me dijeron que iban a venir con la Policía", aseguró. Según explicó, personas armadas se instalaron en el lugar y ya no pudo volver a ingresar.
Otro productor contó que sufrió la usurpación de casi 3.000 hectáreas. "Fuimos con un escribano y tomamos posesión. Después vino la primera usurpación", explicó. Al intentar recuperar el campo por la vía judicial, la situación se agravó: "Cuando volvimos con el oficial de Justicia, nos estaban esperando. El policía que nos acompañaba se puso a tomar mate con los usurpadores". La respuesta que recibió fue demoledora: "Olvídense del campo, no lo van a recuperar nunca más".
Según los testimonios, la mecánica se repetía constantemente: grupos armados, algunos identificados como barras bravas y personas privadas de la libertad, ocupaban los campos. A cambio, recibían alojamiento, comida y otros beneficios. "Entraron, quemaron la casa, golpearon al encargado, cortaron los alambres. Después alquilaban el campo para financiar nuevas usurpaciones", detalló uno de los denunciantes.
Asimismo, otro caso expuesto describió una maniobra aún más compleja. El productor afirmó que, tras demostrar que tenía toda la documentación legal, recibió una amenaza directa: "Nos dijeron que si queríamos conservar algo del campo teníamos que cederles la mitad, si no nos iban a sacar todo". Aseguró que aceptó bajo presión y que luego se enteró de la existencia de un juicio iniciado supuestamente en su nombre, con firmas falsas. "Las firmas son truchas. Esta es la gran estafa", denunció.
Los testimonios coinciden en señalar a una red organizada que operaría desde hace años con un mismo patrón: ocupación violenta, intimidación, utilización de testaferros y presuntas escrituras apócrifas. "Estoy desamparado por la Justicia. Compré el campo con escritura y no tengo ninguna respuesta", resumió uno de los productores.
Hasta el momento, Pablo Toviggino no respondió públicamente a las acusaciones. Las denuncias reavivan el debate sobre las usurpaciones de tierras en Santiago del Estero y el presunto entramado de poder que -según los damnificados- les impide recuperar lo que aseguran que es suyo.